Denuncian 1.181 casos de abuso policial y 26 víctimas mortales durante las protestas en Colombia
Organizaciones a favor de los derechos humanos reportan alarmantes cifras de violencia policial en el marco de las protestas contra el Gobierno colombiano. Algunas reportan abusos que rozan el millar, o incluso lo superan, así como decenas de muertes a manos de las autoridades y casos de violencia sexual, hechos que resumen tan solo los primeros días de unas manifestaciones que se extienden a su sexta jornada. Anuncios
A medida que se extienden las protestas en Colombia, crecen también las denuncias de violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas policiales. La ONG local Temblores ha documentado -y denunciado- la constante represión de las autoridades a las manifestaciones, principalmente pacíficas, en las que decenas de miles de ciudadanos han expresado su descontento hacia el Gobierno de Iván Duque.
De acuerdo con la organización, tan solo en los tres primeros días de las protestas (iniciadas el pasado 28 de noviembre), las acciones policiales han dejado un balance de 1.181 casos de violencia policial, 92 víctimas de abuso de la fuerza, 26 víctimas mortales, cuatro víctimas de agresión sexual, 672 detenciones arbitrarias y 12 víctimas de agresiones a los ojos.
Las cifras oficiales, reportadas por la Defensoría del Pueblo, son menores a las de varias ONG. El ente contabiliza 16 muertos, así como 254 civiles y 457 policías heridos. Sin embargo, el reporte de la institución, encargada de velar por la defensa de los DD. HH. en el país, no fue publicado sino hasta este sexto día de protestas y no ofrece detalles sobre la identidad de las víctimas ni las circunstancias de sus muertes.
Por su parte, el Comité promotor de las protestas indicó también este lunes unas cifras mucho superiores a las de la Defensoría. «Al momento, tenemos 1.089 casos de violencia policial, dentro de los cuales hemos podido identificar al menos 124 heridos de violencia», dijo Martha Alonso, representante de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), quien reportó también «726 detenciones arbitrarias, seis hechos de violencia sexual, 27 homicidios» y 12 jóvenes que «han perdido sus ojos».

El Ministerio de Defensa justifica la represión por la acción de «organizaciones criminales»
Las manifestaciones iniciaron el pasado miércoles con un llamado a la protesta pacífica que llevó a miles de personas a las calles de las principales ciudades del país. Varias de estas protestas desencadenaron en enfrentamientos con la Policía, que con frecuencia inició los altercados con disparos de gases lacrimógenos. También se han producido hechos de vandalismo y desmanes en ciudades como Cali, Ibagué, Medellín y Bogotá.
El ministro de Defensa, Diego Molano, descartó dar cifras de sobre los fallecimientos ocurridos en las protestas, asegurando que esa era una labor de la Fiscalía General -que hasta el momento no se ha pronunciado- y dijo que la muerte de esas personas se debía a «la acción criminal de los vándalos», a la vez que responsabilizó de la violencia a «organizaciones criminales», que según el Gobierno son las causantes de los altercados.
«Colombia enfrenta una amenaza terrorista, organizaciones criminales están detrás de los actos violentos que empañan la protesta pacífica. Se trata de actos premeditados, organizados y financiados por grupos de disidencias de las FARC y el ELN», dijo Molano, quien también indicó que las autoridades han registrado 540 policías y 306 civiles heridos durante las protestas.
Sin embargo, diversas organizaciones como Temblores ponen el foco de la responsabilidad de estas muertes en el accionar de las fuerzas de seguridad y las acusan de haber causado el deceso «de manera deliberada y premeditada» a decenas de personas en los últimos días. Según la ONG, los agentes policiales han disparado al menos en 30 ocasiones con armas de fuego en medio de manifestaciones.
El detonante de las marchas fue un proyecto de reforma tributaria impulsado por el Gobierno de Duque. El texto pretendía reunir 23,4 billones de pesos (unos 6.302 millones de dólares) con medidas como la aplicación del IVA del 19 % a los servicios públicos, que habría supuesto una mayor carga económica sobre las debilitadas clases media y baja en el país: solo en 2019 los efectos colaterales de la pandemia llevaron a 3,5 millones de ciudadanos a la pobreza, de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE.

El asesinato del joven Miguel Ángel Pinto
Colectivos Unidos en Puerto Resistencia condenamos el asesinato del joven Miguel Ángel Pinto, víctima de disparo propiciado por agentes de la Policía que de manera irresponsable accionaron contra civiles que se encontraban ejerciendo el derecho constitucional a la protesta.
Al igual que rechazamos el asesinato del menor Marcelo Agredo en manos de un patrullero de la Policía, que en vez de hacer efectivo el protocolo, decide actuar letalmente disparando su arma de dotación en la cabeza lo que acaba con la vida del menor el día Miércoles 28 de Abril.
Enviamos nuestras condolencia a los respectivos familiares, amigos y allegados de estos dos jovenes que engrosan el listado macabro de víctimas de la Policía Nacional.
Exigimos a la Policía Nacional y sus dependencias el cumplimiento de los protocolos y normas frente a la protesta social, que garantice la manifestación pacíficas, y que como institución que deberían de garantizar la sana convivencia ciudadana, no se conviertan en propiciadores de saboteos.
En el Paro Nacional desde Puerto Resistencia hemos sido testigos de la brutalidad policial al actuar frente a los manifestantes. Es de grave evidenciar que la Policía vea a los manifestantes como enemigos a atacar, de la forma más despiadada, sin acatar la proporcionalidad de fuerza.
El día Jueves 29 de abril aparte del asesinato del joven Miguel Ángel Pinto, se presentó frecuentes hostigamientos contra los Defensorxs de Derechos Humanos, uno de ellos fue víctima de agresión física; se registraron numerosos civiles heridos de gravedad y amenazas de accionar su armamento de represión de manera directa contra manifestantes pacíficos. La presencia del GOES Antiterroristas, ESMAD y miembros de la SIJIN (estos últimos vestidos de civil armados apuntando contra los manifestantes presentes en este espacio) que llegaron para profundizar los actos violentos.
Colectivos Unidos en Puerto Resistencia seguirá apoyando la protesta pacífica ciudadana; le exigimos al estado y su fuerza pública las garantías plenas para el ejercicio del derecho fundamental constitucional como la Manifestación.
Víctor de Currea-Lugo | 2 de mayo de 2021
Llevo tiempo sin escribirte, pero necesito un favor urgente: que te enteres de lo que está pasando en mi país, Colombia, y que le cuentes a tus vecinos. No sé para qué pueda servir, pero, por favor, hazlo. Es sobre el paro nacional.
Aquí, en este lado del mar, todos los números malos se han disparado. Hay 21 millones de pobres; la pandemia ha sido atendida de la peor manera; y la paz, esa que tú apoyaste, se encuentra herida de muerte, de hecho, más de 270 de los firmantes han sido asesinados.
Los temas de ese acuerdo incumplido siguen siendo nuestro dolor de cada día: la política agraria, la falta de participación política, la violencia contra millones de personas, la ausencia de justicia social y el narcotráfico, que es por lo que más nos conocen allá afuera y lo que alimenta una clase corrupta que se mantiene en el poder.
Creo que te acuerdas, Colombia lleva décadas de guerra, es uno de los conflictos armados más largo del mundo. Aquí han matado mucha gente, cientos de miles, además han desplazado a varios millones y hasta han asesinado a civiles para hacerlos pasar por guerrilleros, de estos últimos hubo por lo menos 6.402 durante el Gobierno de Uribe ¡6.402!
Los números más moderados hablan de más de 85 mil desaparecidos; es decir, si sumáramos las más crueles dictaduras de Chile, Uruguay, Brasil y Argentina les ganaríamos en número y en nivel de sevicia.
La pandemia no sirvió para unirnos. Aquí, como en otras partes del mundo, los ricos son más ricos y los pobres son más pobres. El sistema de salud no puede ofrecer justicia porque su lógica es la del mercado.
Imagínate que en noviembre de 2019 salimos a la calle contra el Gobierno actual y quedaron al menos tres muertos, cientos de heridos y mucho dolor, pero nos despertamos como país. El optimismo, los cacerolazos, la creatividad, la música, la protesta, nos llevaron a realizar entonces un paro nacional para decirle NO MÁS a un Gobierno que establecía más medidas económicas contra los pobres.
Que yo recuerde, nunca en Colombia habíamos hecho un cacerolazo nacional, ni una protesta con tanta gente saliendo a las calles, pero luego vinieron las navidades, un compás de espera y finalmente llegó la covid-19.
Desde 2019: de paro en paro
La pandemia mostró lo peor del Gobierno: abusos policiales, falta de ayudas económicas para la gente pobre, priorización de apoyo a los bancos, trabas para acceder a los servicios de salud y una gran cantidad de dolores en los barrios más pobres de muchas ciudades.
La gente empezó a sacar trapos rojos a sus ventanas, para indicar que ya estaba sin alimentos y, en medio de semejante drama, la policía mató a golpes a un abogado en Bogotá. Este suceso sirvió como detonante de un estallido social.
Te cuento que entre el 9 y 10 de septiembre de 2020, la gente quemó docenas de estaciones de policía (que aquí llamamos CAI) y no fue en un plan de vandalismo ni una acción de guerrilla urbana. Era la gente cansada de abusos, maltratos e irrespetos por parte de la policía, que a su vez simbolizan los abusos, maltratos e irrespetos de las elites para con la gente pobre. En esos hechos hubo 13 muertos y más de 400 heridos.
Ahora, el pasado 28 de abril de 2021, volvimos a las calles porque el Gobierno ha tratado de meternos una tercera reforma tributaria, con el fin de seguirnos exprimiendo, quitando a los más pobres lo poco que tienen con la excusa de la pandemia y sin tocar a los que tienen casi todo. Pero la gente no fue escuchada, sino reventada, golpeada, ultrajada y violada.
A cada momento, me llegan videos donde policías sin ninguna justificación disparan contra civiles, arremeten contra ellos o los detienen de manera arbitraria. Como si fuera poco, este Gobierno corrupto ha decidido gastar 14 billones de pesos en aviones de guerra.
Aquí tenemos algunas instituciones del Ministerio Público para controlar precisamente al Gobierno, como la Procuraduría, la Contraloría y la Defensoría. Pero estas instituciones, igual que la Fiscalía, están en manos de los amigos del presidente y no hay ninguna esperanza de que actúen de manera justa.
Es decir, para no aburrirte de más, esto es la suma de una política clientelar de unas elites que se alimentan de grupos paramilitares y mafiosos contra un pueblo que sufre una de las brechas sociales más grandes del mundo, tal como lo dicen los informes de economía. No hay un ápice de exageración al decir que hay una clara lucha de clases en Colombia, pero como decía un multimillonario en Estados Unidos, la están ganando los ricos.
Y la guerra contra el pueblo, sigue
Ahora, en este mismo momento en que te escribo, se oyen las sirenas en las calles, de las ambulancias, de los carros de policías, las aspas de los helicópteros, los gritos en las calles, las cacerolas en las ventanas. No sé si logras imaginártelo, es como un golpe militar sin la fachada de un golpe militar.
La violencia no es solo de estos días, solo este año van 32 masacres a lo largo del país y durante los primeros dos años del Gobierno actual habían ya asesinado 573 líderes sociales y defensores de derechos humanos.
En Pasto, por ejemplo, convirtieron un centro deportivo en uno de detención. Hay por lo menos una mujer que habría sido violada por la policía y numerosos casos de gente que ha perdido sus ojos por culpa del accionar de la policía, de heridos a bala y un sinnúmero de personas que no aparecen.
Aquí estamos solos, la comunidad internacional, como el Grupo de Lima que tanto le preocupa lo que pasa en Venezuela, no ha dicho nada sobre lo que está sucediendo en Colombia y tampoco lo va a decir. Estados Unidos que se cree el guardián de la democracia del mundo también ha guardado silencio y Joe Biden, que para muchos ingenuos era la esperanza, no se pronuncia.
La Unión Europea y otros países que ayudaron a afianzar la firma del Acuerdo de Paz hoy se ven limitados en sus llamados a la implementación, y se quedan cortos en comparación a lo que sucede.
Te confieso que yo no sé qué va a pasar mañana, es posible que todo vuelva a la calma como ocurrió en noviembre de 2019 y en septiembre de 2020 o que las cosas sigan creciendo. Ya los camioneros del país han decidido bloquear carreteras, los indígenas marchan hacia Cali y parece que el país estuviera a punto de estallar.
Es posible que este Gobierno se invente un autogolpe para reciclarse y quedarse en el poder muchos más años. Es posible que los militares intenten alguna maniobra, aunque aquí no hay tradición militarista golpista. Es posible que las mismas elites quemen el cartucho de Duque y se presenten a sí mismos como salvadores de lo que han causado.
El Gobierno recién decidió sacar el Ejército a la calle. Cada día Uribe y Duque dan un paso más para incendiar el país y luego, cínicamente, presentarse como la opción para salvarnos.
Estamos esperando qué dicen los liderazgos de oposición, los que se conocen aquí como la Coalición de la Esperanza y el Pacto Histórico, que son los llamados a promover un cambio, claro, con el resto del país como los valientes indígenas del Cauca, entre muchas otras comunidades.
Muchos ya pensamos que la reforma tributaria pasó a un segundo plano, lo que hay que discutir ya es para dónde va el país, y no simplemente volver como si nada al día anterior a cuando empezaron las protestas.
Pero cualquier decisión que se tome no puede desconocer la reforma tributaria, ni los abusos policiales, ni la inequidad social y sobre todo los muertos y heridos que van sumando. No se trata de llamar a la calma para que todo quede como antes, eso sería una terrible traición. Se trata de convocar ya mismo al país para que haya un cambio real, si no es ahora, no lo será en décadas.
Yo no sé para qué te cuento todo esto, para qué te envío esta carta, pero es posible que tú o tus vecinos al saberlo nos puedan echar una mano para que allá sepan porqué sigue nuestro paro nacional. Te envío un fuerte abrazo. VCL
[5/3 14:38] Juanpablo Soler Rios Vivos: Hola buenos días. Aquí compartimos un balance de la jornada de ayer:
No perder de vista lo siguiente:
1. Las protestas se mantienen porque la reforma tributaria es sólo uno de tantos males… Hay dos reformas que le preceden. Se está. Cocinando en paralelo la reforma a la salud, alivio a bancos y grandes empresas a las empresas en pandemia, Gastos militares innecesarios, aumento de salarios de congresistas injustificados, gastos de reforzamiento del esmad innecesarios, Dineros congelados de la salud sin razon, impunidad y aumento de casos de asesinatos en manos de fuerza pública, masacres en impunidad de jóvenes en 2020, aumento de asesinatos de lideres y líderesas sociales, incumplimiento gubernamental de los acuerdos con las Farc, etc…
2. La militarización a cambio de quitar la reforma es sólo un mensaje de guerra y queda al descubierto quien da las órdenes
3. La estrategia de abuso policial está clarisima con violaciones, asesinatos (uso de armas prohibidas)… Y hacia esos dos últimos puntos debiera centrarse la presión internacional.
4. El lío institucional es de alto calibre dado que partidos de derecha y todas las orientaciones rechazan la militarización de ciudades y la misma reforma tributaria… No vaya ser que de cara a las próximas elecciones el candidato que surja sea el de derecha (con alguna máscara) que saldrá a salvar del caos a la misma derecha.
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