Carta Abierta para instar a la Corporación Financiera Internacional, del Grupo Banco Mundial, a que NO financie el proyecto minero Sal de Vida en Argentina, operado por la empresa Galaxy Lithium Sal de Vida SA, subsidiaria de Allkem.
Por medio de esta carta, las comunidades abajo firmantes y las organizaciones de la sociedad civil le instan a la Junta Directiva de la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) que no aprueben el préstamo propuesto de $200 millones para la empresa GALAXY LITHIUM (SAL DE VIDA) S.A., subsidiaria de Allkem Limited (proyecto 45668).
La explotación de los llamados minerales críticos para la transición energética (entre ellos el litio), ha incrementado en los últimos años como respuesta al crecimiento de su demanda para la movilidad eléctrica. De acuerdo al Banco Mundial, para el año 2050 se requerirán más de 3 billones de toneladas de minerales y metales críticos para acción climática. Sin embargo, su extracción se da principalmente en países del Sur Global, entre ellos Chile, Bolivia y Argentina, con graves afectaciones ambientales, sociales, culturales y económicas.
En este marco, el Grupo Banco Mundial y otros bancos multilaterales de desarrollo, promueven la extracción de minerales críticos y buscan posicionarse como principales fuentes de financiamiento para el sector, a pesar de sus múltiples impactos negativos y la vulneración de derechos humanos de las comunidades locales.
El proyecto Sal de Vida es un proyecto de minería evaporítica de litio que pretende desarrollarse en el Salar del Hombre Muerto, provincia de Catamarca, Argentina. A lo largo de 40 años, pretende extraer 600.000 toneladas de carbonato de litio (LCE), para exportar a Europa y Estados Unidos. Este proyecto es propiedad de la empresa Allkem y se basa en la extracción de grandes cantidades de salmuera del acuífero del Salar del Hombre Muerto a través de 8 pozos de bombeo, para luego ingresarlo a grandes piletas de evaporación y
procesamiento mínimo, para transformar el mineral extraído en carbonato de litio.
A continuación, presentamos nuestras principales preocupaciones sociales y ambientales para
que consideren en su decisión:
● Considerando que el proyecto utilizará el método evaporítico donde por cada tonelada carbonato de litio se deben extraer y evaporar 2 millones de litros de agua de salmuera, la producción pretendida de 600.000 toneladas requerirá de la extracción de 1.200 billones de litros de agua, en una región árida con estrés hídrico natural.
● El proyecto requiere además de grandes cantidades de agua dulce para procesamiento in situ del mineral que pretende extraer del río Los Patos, la fuente fluvial de mayor importancia en la región, que está siendo amenazada por numerosos proyectos de minería. Así, el proyecto Sal de Vida implicaría un importante aumento de la presión hídrica, afectando el delicado balance hídrico local.
● La tecnología extractiva evaporítica adoptada por el proyecto Sal de Vida es la de mayor externalización de costos ambientales (Baspineiro et al. 2020; Liu & Agustindata 2020; Flexer et al. 2018; Marconi et al. 2022, Sticco et al. 2018) y la menos eficiente (Kim et al., 2015; Zhao et al., 2020) porque incluye extensos periodos de tiempo en las fases previas a la carbonatación y baja eficiencia en la separación de las sales de litio.
● Producto de este tipo de extracciones desmedidas e irracionales, la región ya sufrió la sequía del río Trapiche como consecuencia de la extracción de agua para el proyecto Fénix (empresa Livent), que lleva 24 años explotando litio del Salar del Hombre Muerto. Al secar el río Trapiche y en el medio de su proceso de ampliación, Livent pretende ahora extraer más de 3 millones de litros de agua del río Los Patos, el mismo río de donde sacará agua la empresa Allkem.
● Este proyecto extractivo de altísima demanda de agua se desarrollará en una zona de desierto de altura, donde el balance hídrico natural es negativo con una tasa de evaporación mayor que las precipitaciones (Frau et al 2021).
● La concentración de de ocho proyectos mineros en el mismo salar Marconi et al 2022) y la extracción de agua dulce del mismo río, muestra la necesidad de que el proyecto Sal de Vida realice una evaluación de impactos ambientales acumulativos y sus resultados sean adecuadamente informados a todas las partes interesadas, especialmente a las comunidades locales. En esta línea, la evaluación de impacto acumulativo es un requisito de la IFC (Grupo Banco Mundial) y de acuerdo con el banco este estudio fue realizado, sin embargo, no fue compartido con la población local para que puedan participar del proceso de consulta de manera informada, entre ellos la comunidad indígena Atacameños del Altiplano que habita en el territorio.
● El proyecto Sal de Vida ha avanzado incumpliendo con la normativa argentina (Ley General del Ambiente y Ley de Acceso a la Información Pública) y estándares internacionales (Convenio 169 de la OIT y Acuerdo de Escazú) sobre el derecho a la participación (consentimiento previo, libre e informado en caso de comunidades indígenas) y el derecho de acceso a la información. Mediante un proceso de consulta irregular en el cual la comunidad originaria local -Atacameños del Altiplano-, no tuvo acceso a la información ambiental de manera previa ni fueron considerados los tiempos, procesos de toma de decisión ni la opinión de la comunidad, en clara vulneración de sus derechos; las autoridades de la provincia de Catamarca aprobaron la Evaluación de Impacto Ambiental del proyecto.
● El incumplimiento de la normativa ambiental y la vulneración de derechos no es nuevo para la empresa Allkem, resultado de la unión de las empresas Orocobre y Galaxy. Una investigación realizada por Fundación Ambiente y Recursos Naturales, identifica cómo la empresa Orocobre (hoy Allkem), en su proyecto Olaroz (un proyecto de minería de litio en Argentina, al igual que Sal de Vida), vulneró el derecho a la participación y el consentimiento previo, libre e informado de las comunidades indígenas locales.
● Se trata de un proyecto de riesgo de Categoría A, la categoría más riesgosa de acuerdo a la Política de Sostenibilidad Ambiental y Social de la IFC. Siendo un proyecto de alto riesgo ambiental y social se han realizado consultas inadecuadas con las comunidades afectadas y no se ha logrado aclarar cómo se abordarían las Normas de Desempeño (PS) provocadas por la inversión. Tampoco hay documentación suficiente del proyecto que muestre qué comunidades se verían afectadas o cómo se llevaron a cabo las consultas con las comunidades locales para considerar la aprobación de la inversión a una empresa con antecedentes de violaciones de los derechos humanos y ambientales. La ausencia de consultas previas, libres e informadas, exigidas por la ley argentina y por el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), demuestra que la empresa no se ha comprometido con procesos transparentes y democráticos en los territorios donde opera. Por esta razón y por los antecedentes de la empresa en el proyecto Olaroz en Argentina, no hay garantías suficientes de que la empresa esté preparada y comprometida a aplicar de manera efectiva la Norma de Desempeño (PS7) de protección de los derechos de los pueblos indígenas desde el inicio del préstamo.
A pesar de los impactos ambientales del proyecto, las equivocaciones en la EIA, las irregularidades del proceso de consulta y la vulneración de derechos de la comunidad indígena Atacameños del Altiplano, el Grupo Banco Mundial evalúa otorgar un financiamiento millonario que permitirá el ingreso del proyecto a la fase de explotación.
La Junta Directiva del banco deberá decidir sobre su apoyo al proyecto el día 8 de diciembre del corriente. Sin embargo, es preocupante que la empresa Allkem ya haya firmado un contrato para la construcción de su planta por un monto superior al 65% de lo solicitado al banco cómo si ya tuviese la aprobación del préstamo.
Teniendo en cuenta esta rigurosa, fundamental e inapelable lista de argumentos, le solicitamos a la Junta Directiva de la IFC, que se abstenga de financiar el proyecto minero Sal de Vida, considerando la evidencia científica y pública arriba mencionada, respetando y haciendo cumplir sus Normas de Desempeño, protegiendo el ambiente y los recursos hídricos escasos, así como también evitando que se sigan vulnerando los derechos de acceso a la información y a la participación de la comunidad local.
– Comunidad indígena Atacameños del Altiplano.
– Comunidad indígena Atacameños de Andiofacos.
– Asamblea Pueblos Catamarqueños en Resistencia y Autodeterminación (PUCARA).
– Fundación Yuchan.
– Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).
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