Lützerath, o como se le conoce entre las activistas, el ZAD (Zona a Defender) Lützi, es el campamento forestal que aún continúa para defender ese pueblo y el bosque de ser engullidos por la inmensa mina a cielo abierto de Garzweiler. Su desalojo fue anunciado para este mes de enero, por lo que las activistas han hecho un llamado a acudir a apoyarles y defender esos pueblos y el bosque. Desde aquí, desde Euskal Herria (País Vasco), nos sumamos a su llamado y seguiremos los pormenores.
Lützerath lebt ! (Lützerath vive!)
Como informan desde el ZAD, «desde el 2 de enero hay mucha policía en el lugar, y algunas barricadas ya han sido despejadas». Según las activistas la policía y la empresa RWE empiezan a construir infraestructuras en el lugar con el propósito de cercar el campamento. Entienden que «una vez que se construya la valla, será mucho más difícil» acceder y sumarse a la resistencia, cosa que esperan finalice estos días. También ya han iniciado el envío masivo de policías, 1000 por día. Por ello han llamado a todas las personas que puedan a acercarse y unirse a la okupación de Lützi.
Prevén que el intento de desalojo dure entre 1 y 6 semanas, pero son también optimistas y esperan conseguir gente para continuar ocupando el bosque y protegerlo. Las activistas han ocupado alguna de las casas que todavía quedan en pie. Mientras, otras muchas se concentran en los pueblos de Holzweiler y Keyenberg, en el campamento Unser Alle (Todas Nosotras).
Una vez más la estrategia es clara: como la ocupación misma del bosque, la idea será bloquear las máquinas e impedir la llegada de nuevas unidades policiales de forma pacífica, sólo con la presencia humana y usando distintas fórmulas como trípodes y postes, barricadas, y otras (ver artículo). Para ello también se precisa apoyo exterior para hacerles llegar provisiones, materiales, etc. Y cómo no: protesta desde fuera también, contra RWE y contra la hipócrita política energética y climática alemanas y europeas.
Porque como desde hace tiempo denuncian las activistas climáticas alemanas, grupos como Ende Gelände o esta okupación misma, estamos ante un gran caso de hipocresía climática: RWE es una empresa energética pública, pero que mientras reitera un discurso de descarbonización, continúa la quema de carbón (en este caso lignito) y su extracción.

Garzweiler, réplica de Hambach
La mina de Garzweiler es de las mismas características que la cercana y más conocida Hambach (por las acciones, ocupaciones y anteriores resistencias): ambas se sitúan en Renania del Norte-Westfalia y pertenecen a la empresa energética RWE. Ambas extraen lignito (carbón marrón) que RWE utiliza este lignito en sus centrales de Neurath y Niederaußem.
Y como Hambach se ha convertido en referencia y objetivo del movimiento climático, que ven en su explotación el vínculo directo de la responsabilidad climática de su país. Esta nueva fase de explotación tiene como objetivo el extraer 600 millones de toneladas de lignito.
Como Hambach, sus dimensiones son descomunales: Hambach es de 43,8 km2 (2017) con un área total designada de 85 km2, mientras que Garzweiler I es de 66 km2 y Garzweiler II de 48 km2, a aumentar pues fue iniciada en 2006 y todavía prevén continuar su explotación hasta 2045. Y como Hambach a gran profundidad (ésta es de 500 metros de profundidad).
Y como Hambach, va engullendo todo lo que encuentra a su paso, desde bosques y ecosistemas a pueblos o incluso autopistas, impactos que se añaden al climático posterior correspondiente a su quema. De hecho su nombre, Garzweiler, corresponde a un pueblo que engulló y cuyos habitantes fueron reasentados. Está pegada al pueblo de Hochneukirch de 4000 habitantes y muy próxima a la ciudad de Erkelenz (43,492 habitantes), a la que Lützerath pertenece.
Más de 30.000 personas fueron desplazadas a principios de la década de 1980. Ahora la segunda fase de Garzweiler incluía el traslado de 12 pueblos más y la reubicación de otras 12.000 personas. En 2018 fue el turno de otros 900, y se procedió a la destrucción del pueblo, incluida su iglesia y molinos eólicos. En Renania ya se ha re-asentado a más de 45.000 personas por la expansión de las minas de lignito a cielo abierto y se han destruido más de 100 localidades que incluyen patrimonios históricos y culturales.

Y como Hambach, el avance de la mina de Garzweiler ha sido resistido tanto por los habitantes afectados como por el movimiento ecologista y climático. Uno de los últimos habitantes a ser desalojados, Eckhardt Heukamp, presentó una denuncia judicial. El tribunal de Aquisgrán falló en su contra, pero Heukamp acudió al tribunal administrativo superior de Münster. RWE esperó hasta que el tribunal hiciera pública su decisión, con lo que el avance minero se pospuso.
A parte del efecto en esas personas, tenemos que tener en cuenta que este desplazamiento supone también la pérdida de un patrimonio histórico y de formas de vida rurales que suponían niveles de sostenibilidad mayores que los que se imponen ahora.
EL alto coste de la dependencia fosilista
Toda esta destrucción se fundamenta en una antigua ley minera alemana y en la decisión del gobierno de que es de interés público extraer el carbón para producir electricidad. Greenpeace tilda esto de “absurdo”. Como bien dicen “La protección del clima es de interés público”, porque ninguna fuente de energía es más perjudicial para el clima que el lignito, y manteniendo su dependencia a esta fuente de energía Alemania está incumpliendo sus compromisos del acuerdo climático de París de 2015.
En 2014, el 27% de la electricidad de Alemania procedía de centrales eléctricas de lignito. El lignito contiene grandes porcentajes de carbono con hasta un 70%, ya que es un carbón en su primera fase. Por ello también tiene una densidad energética menor a la de carbones negros más duros (sólo de unos 18 MJ/kg).
RWE es una de las empresas de mayor impacto climático, sobre todo por su producción eléctrica a partir de carbón. En 2018, RWE fue el mayor productor de emisiones de dióxido de carbono de Europa. En un intento de lavar su imagen sí que está invirtiendo en renovables, e irónicamente anuncia que «Nuestro objetivo es claro: ser neutros en carbono para 2040″. La ironía es aún mayor porque en septiembre de 2021 se reveló que RWE se encuentra entre varias empresas de combustibles fósiles que demandan a los gobiernos por promulgar políticas contra el cambio climático. De esa forma RWE demandó al Gobierno holandés por 1.600 millones de dólares por su decisión de eliminar gradualmente y cerrar centrales eléctricas de carbón.

Desde el movimiento ecologista se alega que RWE nunca realizó un estudio de evaluación del impacto ambiental para explotar estas minas, porque cuando se iniciaron en la década de 1970 no era obligatorio. Desde 2012, ecologistas han protestado contra las mina de RWE de Hambach por su conexión directa con la producción energética y de emisiones.
En noviembre de 2017, la rama alemana de Amigas de la Tierra, Bund für Umwelt und Naturschutz Deutschland (BUND), demandó a RWE en el Tribunal Administrativo Superior de Münster que dictaminó poner fin a la tala del bosque de Hambach. Supone un gran acto de hipocresía decirse «responsble contra la emergencia climática» y además de quemar carbón, arrasar los existentes bosques autóctonos y milenarios, que son sumideros de carbono irreemplazables.
Ese año, coincidiendo con la Cumbre Climática de Bonn, COP 23, varios miles ocuparon la mina deteniendo su actividad. La misma acción fue replicada en octubre de 2018. En julio de 2019, RWE fue fuertemente criticada en los medios de comunicación por su gestión del conflicto que supuso la ocupación del bosque Hambach, de gran parecido con la actual de Lützerath. Una orden judicial impidió más talas hasta finales de 2020, para estudiar si infringía la normativa medioambiental de la UE. Después del desalojo de Hambi, la ocupación en defensa del bosque de Hambach en 2018, las activistas se trasladaron a Lützerath.
Encontrarás más sobre la resistencia de Lützerath y similares en este otro artículo:
- Mensaje de solidaridad con Lutzerath desde Oaxaca, desde la APIIDTT
- https://luetzerathlebt.info
- www.ende-gelaende.org
LÜTZI [Village Occupation] – ZAD Rheinland from Transparent Film on Vimeo.