ODA A LOS CARTONES CLIMÁTICOS

(M.Mantxo)

Una de las características de las movilizaciones climáticas es el uso de cartones, de mensajes individuales de las manifestantes (también usados en otras movilizaciones, y quizás de forma masiva también en el 15M). De esta forma estas contribuyen con sus propios mensajes y también se expresan individualmente a la vez que colectivamente.

Estos cartones son más o menos elaborados, artísticos pero los lemas son siempre ingeniosos y certeros. Muchas veces réplicas, utilización de ya existentes, o traducidas, lo que corroboran la adopción de ciertas consignas ya consolidadas en el movimiento la identificación de las manifestantes con ellas.

La participación de ciudadanas en las manifestaciones y convocatorias indica que hay una masa que coincide con esas reivindicaciones, y que estas no son exclusivas de unas organizaciones o de una minoría. El hacerlo con sus cartones significa que pese a no pertenecer a esas organizaciones o a las convocantes, sí quieren participar en esa ocasión, y legitima aún más las reivindicaciones oficiales. Es iniciativa personal que no obedece a mandatos, ni propuestas, ni obligaciones por lo que las hace honestas, genuinas.

(A Planeta)

Los cartones creados por las manifestantes añade aún más credibilidad, porque supone un esfuerzo previo en crearlos, una preocupación. Así, los cartones son también una forma de participación más activa, menos pasiva que el únicamente marchar en una manifestación. Se puede decir también que demuestran una libertad dentro de ese movimiento pues se permiten expresiones particulares. Los cartones suponen por tanto una democratización de la movilización.

Añade, cómo no, color, originalidad, diversidad, en resumen, la hacen más atractiva, lo que a su vez repercute en crear un movimiento de masas.

Como decimos, pueden estar más o menos elaborados, pero si que se ha conseguido el desmitificar la creatividad, el empoderar a las personas a crear y expresarse. Es lo que en inglés se denomina como Cultura D.I.Y., Do It Yourself o HazLo Tú Misma. El DIY es una cultura muy enraigada en los movimientos sociales y en la izquierda, y sobre todo lo podemos asociar con movimientos culturales como el punk y su máxima expresión sería el movimiento okupa. Si bien las movilizaciones climáticas no se caracterizan por la rabia o por una imagen más de confrontación como el punk, si tiene en común el que no prioriza la factura, la perfección, sino el hacerlo y el decirlo como se pueda. De forma también que esas fórmulas y formas más rudas, menos perfectas, se convierten también en estilo.

Los cartones son urgentes, realizadas el día o la noche previa a la manifestación, y muchas veces sin otorgar mucha importancia a la factura. Se realizan con lo que hay a mano y sin necesidad de gastar. ¿Lo más asequible ? Un cartón que es una buena base para pintar, es rígido y… no cuesta dinero. Porque ésta es una iniciativa personal. Lo demás dependerá de la persona. Quizás se tenga alguna pintura por ahí, o si no las pinturas restantes de alguna decoración, pintura de pared, o de pintar las puertas… y rotuladores. Tiene que ser algo que cubra y que posibilite al trazado ser visible.

La base además es cartón, que es material reciclado, lo que además del valor económico lo tiene de aprovechamiento de recursos, una máxima del movimiento climático, porque a más aprovechamiento, menos producción (y transporte, etc) y por lo tanto menos emisiones. Por lo tanto, los cartones también confieren al movimiento coherencia y credibilidad.

(A Planeta)

Las y los creadores de cartones, son eso creadores. La adopción de los cartones como forma de expresión consigue desinhibir a las personas a crear dentro de una sociedad masificada por imágenes y en la que todo se crea a partir de informática y máquinas, en la que la creatividad es barrida del currículum y la educación. Seguramente las personas que decidieron acudir con su cartón no habían cogido un pincel en mucho tiempo, y algunos quizás nunca o no desde la educación preescolar. No importa conseguir la perfección a la que nos acostumbra la informática y las máquinas, sino que lo personal adquiere atractivo.

Así que es también más natural, más humano, lo que contribuye a esa demanda del movimiento climático de priorizar la naturaleza. La cultura DIY remarca el deseo de sostenibilidad ante el despilfarro de objetos, recursos y energía. Todo ello también incide en la coherencia

En la factura influye también, en el que exceptuando los casos, se hacen sólo para la ocasión. Son efímeros. Por lo que sólo persisten en muchos casos en fotografías.

El caso es que sin darle la importancia que debiera, los cartones son una expresión de creatividad social muy importante en el movimiento climático más allá de su mensaje particular, aunque poco valorada.

(A Planeta)

Blog de WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: