Hace unos días la noticia del secuestro y violación de una niña embera por militares causó conmoción (*). Las protestas feministas y de organizaciones de derechos humanos se repitieron por el mundo: en la propia Medellín, Cali, Bogotá, Pasto, entre otras ciudades. «Dai kakua uadaibayu» («nuestro cuerpo se respeta»). La situación, como nos decía Gabriel Marrugo que entonces nos visitaba en Euskal herria no era excepcional, sino que se correspondía a un acoso histórico.
Ahora, desde el inicio de la pandemia y el confinamiento, los pueblos indígenas han acusado aún más si cabe la discriminación y represión. También nos contó Gabriel Marrugo como las comunidades embera se encontraban entre dos fuegos, de guerrilla y paramilitares que anhelan hacerse con su territorio. Esa situación provocó que comunidades huyeran de su comunidad y se refgiaran en la selva, pero por el tiroteo y el confinamiento, se encontraron sin víveres ni asistencia de ningún tipo. El gobierno, por lo general ausente en esta parte de Colombia, en el Chocó, lo estaba todavía más.
Muchos incluso se han visto obligados a irse hasta Bogotá, intentando también visibilizar su situación. Pero en la capital la situación es difícil, pues el suyo no es el único conflicto en este país convulso. Allá establecieron un campamento en el que se hacinaron 400 personas en condiciones penosas. En Bogotá sí existe gobierno, pero nuevamente el estado colombiano les ignoró y denegó esa ayuda que les prometió.
Después de meses, la situación continúa igual o peor. Ayer moría un niña víctima de ese fuego cruzado.
Mientras, el 15 de julio, detenían a 6 personas implicadas en el asesinato del líder embera Aquileo Mecheche.en abril 2019. Cabe destacar que entre las detenidas se encuentra un concejal de Riosucio, Ever García Santos, con lo que se confirma lo incrustado que está el crimen organizado en las instituciones. Se les acusa de pertenecer al Clan del Golfo, surgida tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en 2006, e implicada en asesinatos de líderes sociales en el departamento del Chocó, de realizar extorsiones para financiar la actividad criminal y de informar a ésta.
Entrevista a Gabriel Marrugo Ávila por de Roge Blasco en La Casa de la Palabra (EiTB)
- Transcripción de la entrevista AQUI
(*) en septiembre del 2019 ocurrió un caso parecido con una niña de la etnia nukak
Gabriel Marrugo Ávila. La lucha del pueblo embera en el Chocó de Colombia.
- Entrevista en EiTB (desde el minuto 22:35): https://euskalpmdeus-vh.akamaihd.net/multimedia/audios/2020/07/08/2629221/20200708_22092810_0012914166_002_001_LA_CASA_DE_L.mp3
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