Ana Resya y JulsCM
Apoyo Mutuo Aragon
Colectividat num. 10 (PDF)
Apoyo Mutuo Aragón le dedica un número íntegro de su boletín Colectividad a la defensa eco-social del territorio., uno de los pilares de su Línea Política.
«Las personas que integramos Apoyo Mutuo Aragón participamos y reconocemos la importancia que tienen las diferentes iniciativas locales que se oponen a las innumerables agresiones a nuestro territorio. Y promovemos que se trascienda esa escala local, mirando más allá, hacia el espacio bio-regional y lo global. La lucha contra estas agresiones ambientales va de la mano de la lucha contra el sistema productivo que los genera. Creemos que el ecologismo social es el punto de partida, buscar alternativas al modelo capitalista de producción y distribución de bienes y capitales, para lo que estamos construyendo otras formas de organización colectiva.»
Otras participantes:
El Pirineo aragonés se ha convertido desde los años 50 en un área de especulación y de rédito político, utilizando de forma propagandística los recursos naturales que éste ofrecía. Esto ha hecho que la nieve, la construcción de edificios, el turismo de masas y todo lo relacionado con el sistema de explotación de recursos sea el motor económico de la zona, dejando las actividades del sector primario, el predominante en la zona, casi como un recuerdo de generaciones pasadas. Poco a poco, el desastre de utilizar el Pirineo como una marca turística ha hecho mella en lo que el Gobierno de Aragón ofrecía de cara al exterior, ya que ha supuesto una pérdida de biodiversidad, de cultura, de tradiciones y de arraigo, en favor de la explotación tanto de las personas como de los recursos de la zona. 
Como consecuencia de esto, y especialmente desde los años setenta, las personas que habitaban el Pirineo han tenido que marchar hacia otros lugares, generalmente a capitales de provincia, debido a la forma de vida insostenible que se está generando en los valles. Precios de vivienda desorbita-dos (el m2 más caro de todo Aragón se encuentra en Sallent de Gállego) trabajos precarios y de temporada, servicios pú- blicos desbordados e infradotados debido a las fluctuaciones de la población en determinados períodos del año, falta de inversión allí donde el turismo no ha copado los pueblos, etc.
Por eso, a las que vivimos en los valles pirenaicos no nos sorprende que se hayan planteado la construcción de dos uniones de estaciones de esquí nuevas, una de ellas pasando por el valle de Canal Roya, uno de los pocos valles que quedan sin tocar por las constructoras en el Pirineo.

Lo que sí nos ha sorprendido es la respuesta ciudadana, harta ya de la especulación, de las imposiciones a las que nos someten los gobiernos centralistas y de los proyectos fantasmas que venden ser revulsivos en la zona y lo único que traen es más precariedad y despoblación.
Parece que la población ve lo que los políticos no, y es que la zona no aguanta más este modelo de explotación y quieren un cambio hacia modelos más respetuosos. Un cambio que se desarrolle de acuerdo con el entorno en el que vivimos, que respete a los seres vivos que lo habitan y que ofrezca alternativas a un modelo de turismo caduco y que sólo traerá el abandono de estos valles, muertos de desarraigo.
Gracias a la movilización social iniciada a través de la PDMA (Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón) y con la Formación de la Asamblea Canal Roya (Chacetania) como ente organizador de las acciones, las vecinas han conseguido, mediante su compromiso y organización, manifestaciones, concentraciones, actos informativos y campañas de visibilización, que los ayuntamientos de los pueblos afectados rechacen un proyecto con el que el Gobierno de Aragón y las élites económicas pensaban llenarse los bolsillos.
Aun así, existen numerosos proyectos que ponen en juego la supervivencia del Pirineo y, en general, la supervivencia de todas las zonas rurales de Aragón, que deben ser paraliza- dos mediante la participación de la sociedad, no sólo de las zonas afectadas, sino de todas las personas que conformamos Aragón. Las líneas de alta tensión, los macro parques eólicos y fotovoltaicos o los pantanos, pueden dejar sin alternativas laborales y de futuro a muchas vecinas y deteriorar aún más un paisaje y una tierra esquilmada desde hace décadas.
Descubre más desde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Deja un comentario