El 28 abril de 2025 se presentaba como el día de mayor producción de energía renovable (eólica y solar) de España, cuyo objetivo es el alcanzar este año un 56% de energía renovable. Este logro iba a ser utilizado para promocionar una imagen de España como productora de renovables para el resto de Europa. En su lugar, sucedió un apagón calificado por todos los medios como histórico, que en algunas comunidades autónomas fue de menos de una hora, pero en otros de muchas horas, con las consecuencias que esto conlleva.
El apagón en sí, produjo la imagen contraria a la que se quería difundir, pues lo que refleja es mala gestión y una incapacidad para gestionar esa energía.
Lo que también mostró es que un sistema en el que depositamos toda nuestra confianza, puede colapsar totalmente y tan rápido. De repente 60 % de la energía del país desapareció. Parece imposible, y es todavía motivo de desconcierto.
Y siempre nos demuestra que dependiente nos hemos convertido de la energía, tanto sociedad y economía como individualmente, y lo vulnerables que somos cuando súbitamente falta. El apagón en seguida provocó la ansiedad y la incertidumbre de la ciudadanía, que en poco tiempo pasó a estados casi de histeria. La gente no se podía comunicar, no podía comprar, ni trabajar… Muchas no podían ni andar en bici (y mira que ya dependemos mucho de ello para los repartos), ni en patinete, pues hasta para eso hace falta electricidad!
En este ambiente de histerismo, y contagiado con la inestabilidad política y económica de los últimos meses (aranceles, posibles ataques, recomendaciones en el evento de una catástrofe, etc), pronto comenzaron las especulaciones y con ellas también alguna teoría conspiranoica: de un incendio en Francia que quemó parte de la red que suministraba a España, a la opuesta, la supuesta desconexión energética española con respecto al resto de la UE. Al día siguiente eso era desmentido porque la ENTSOE informaba que el sistema eléctrico se había restablecido «gracias, entre otros, al apoyo de los recursos del sistema eléctrico como las centrales hidroeléctricas y las interconexiones existentes con Francia y Marruecos». Otra teoría apuntaba a ciber ataques, con todas las miras puestas en los rusos.
También empezaron las propuestas (sí, como suele pasar, sin conocer todavía la situación): que las fósiles (térmicas y ciclo combinado) son necesarias para sostener el sistema, o que gracias a las nucleares no había colapsado totalmente.
Pero a poco se va sabiendo algo. Pero «A río revuelto ganancia de pescadores» y «Miente, miente, que algo queda». Las nucleares se cayeron también y necesitaron también mucha energía para re-inicializarse. Energía de la que privaron al resto del pool y que hizo más difícil la recuperación. Fueron las que más tardaron en recuperarse. Un día después (24 horas) el sistema eléctrico español no contó con nucleares y se pudo re-establecer la distribución eléctrica y su uso. Por lo tanto, lejos de contribuir a superar el problema como opinan algunos (su lobby), lo que hace es generar más problemas, a la vez que su inherente e inevitable riesgo y contaminación.
En cuanto a las de gas, el experto en Energía del CSIC Antonio Turiel ya denunció que en 2024 en España ocurrieron cinco apagones de emergencia en 2024 y que uno de los motivos fue que las centrales de gas no estaban listas para operar como respaldo, como alternativa a la energía faltante (más abajo incluimos transcripción de la entrevista). En aquel entonces, Turiel concluyó que alguien pensó «que era más barato pagar la desconexión que quemar gas». Pero entonces las consecuencias no fueron tan graves como ahora que supuso la paralización total (con diferentes duraciones) de todo el país (y Portugal).
Ahora, en una entrevista a Onda Vasca, Turiel volvió a compartir su opinión. Según él el problema residió en «que se ha integrado mucha energía renovable sin unos sistemas de estabilización adecuados», porque la energía renovable es muy heterogénea, intermitente, no es tan inercial y regulable como otras energías, y es difícil de integrar masivamente en un sistema centralizado de gran escala y de producción concentrada. Turiel critica que, nuevamente, la razón por la que no existen esos sistemas de estabilización es para abaratar costes (y así aumentar beneficios, claro). Por lo tanto, tendríamos a las propias empresas energéticas como responsables del apagón por priorizar beneficios.
Este riesgo de apagón fue de hecho advertido por la propia Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSOE) a la propia Red Eléctrica Española (REE) de continuar con esa política de integración de energía de fuentes renovables sin contar con un respaldo alternativo. Antes, en abril, la propia presidenta de Beatriz Corredor aseguró que no existía riesgo de apagón eléctrico y desmentía a la propia ENTSOE. Ahora, dos días tras el apagón, ha aparecido para decir que «no ha fallado nada». Pero contradiciéndose, porque si es así no se entiende que diga también que «a día de hoy no volverá a ocurrir (…) porque han aprendido», sin explicar qué es lo que supuestamente ha aprendido. Como en otros casos, y como nos tienen acostumbradas, Corredor también se niega a dimitir.
Pero ¿por qué iba a dimitir? Ella no ostenta un cargo público. Era política, pero ahora no: REE fue creada en 1985 y privatizada en 1999 (el Estado mantiene un 20% de participación). Quizás, los fallos que resultaron en el apagón obedezcan a esa privatización. Lo que está claro es que su seguimiento ahora es más opaco y más fácil de eludir responsabilidades. Quizás esa máxima que justificó la venta de servicios público a empresas privadas para así mejorar su gestión no se cumpla siempre. Una vez más. Joan Balfegó en Nueva Revolución opina que REE se ha orientado al beneficio privado en detrimento de la seguridad y la sostenibilidad. Era política, pero ahora no: fue ministra de Vivienda en el Gobierno de Zapatero de 2008 a 2010. Por lo tanto… el nombramiento de Beatriz Corredor… ¡correspondería con otro caso de PUERTAS GIRATORIAS! ¡El enésimo político que pasa de las instituciones a una empresa energética!
Pero nuevamente, el problema, pese a la gran producción de renovables del 28 abril de 2025, no fue esto, porque en Europa muchos países superan en producción de energía renovable y no se da ese problema. Nuevamente, estriba en como incorporarla, como sincronizar todo el sistema.
Pero si el problema es un exceso de renovables y su gestión o no, lo que si se observa claramente, es que lejos de plantear esta producción energética como una transición energética (esa que desde las instituciones y las empresas nos repiten constantemente) para paliar la debacle ambiental, climática y la reducción de recursos, es que en realidad corresponde con seguir con los mismos niveles de consumo y derroche o incluso con su superación. Eso es patente con esos indices que querían superar, con esa exportación que quieren vender y con todos los consumos que quieren añadir a los existentes (tren de alta velocidad, coche eléctrico y demás). Y recordemos, que ese aumento de producción y consumo, pese a venderse como renovable, también tiene un impacto enorme en el medio ambiente, en el paisaje, en los recursos, en el territorio y en nuestras comunidades.
En esta coyuntura, menos mal que ya se recuperó la tranquilidad, pero sólo faltaba Elon Musk para echar más leña al fuego (recordar que estábamos en modo analógico total). El multi-millonario ha advertido sobre una «sequía eléctrica» global. También es honesto sobre las razones pues lo achaca al crecimiento de la inteligencia artificial y los centros de datos, y los vehículos eléctricos. Aunque está claro que pese a ello, no va a dejar de embolsarse millones ya que también comunicó desde X que «Tesla Powerwall y Starlink deberían seguir funcionando». Sí, sobre todo Starlink es de necesidad vital para la humanidad. Para calmar los ánimos declaró también que “la competencia por la superioridad en IA probablemente cause la Tercera Guerra Mundial”.
El apagón coincidió también con los 6 meses de la DANA, la catástrofe que asoló Valencia. Precisamente, para ese mismo día se había convocado la 6ª manifestación para exigir dimisiones por la mala gestión del desastre, algo que sus políticos siguen sin reconocer y sin aceptar. Sin duda el área metropolitana de Valencia sabe lo que es de verdad estar sin luz, porque en muchos casos, pese a ser ya 6 meses, muchas de las necesidades básicas no han sido todavía restituidas. Ayer vivieron un nuevo episodio que se prolongó hasta tarde. Con la salvedad, que ayer a Mazón, quien se niega a dimitir, sí solicitó la emergencia al gobierno central.
Curioso, que por ejemplo el apagón afectó a Portugal, pero no a las Baleares ni Ceuta y Melilla (tampoco a Canarias, supongo). Eso es, obviamente, porque cuentan con su propia forma de suministrarse, lo que demuestra que para asegurar el suministro lo mejor es optar por sistemas locales, descentralizados y que además supone que sea auto-producido. Esto evita pérdidas energéticas, también grandes infraestucturas, y formas de producción más amables. La distribución descentralizada cobra sentido si además tu zona es castigada continuamente por efectos meteorológicos extremos (como sabemos, resultantes o exacerbados en su mayoría por la crisis climática). En países como Cuba o Puerto Rico, tras numerosas ocasiones de ver sus redes devastadas por ciclones, tienen esto bastante claro.
Otra coincidencia preciosa y que sobre todo me hizo mucha ilusión porque era algo que estudiamos y planteamos hace ya muchos años, y es que a las horas de dar esto por teminado, recibía un mensaje en el canal de mi barrio, Amarotz (Tolosa) convocando a una asamblea para dar inicio un proceso para constituir una Comunidad Energética en el barrio! Espero que vaya bien y que se consigue materializar. Amarotz como barrio tiene todas las posibilidades, como ya se ha demostrado con tantas propuestas comunitarias, actividades, el compostaje, etc, pero sobre todo porque hay muchas posibilidades energéticas que no se han investigado ni desarrollado y que serían alternativa al sistema actual. Todo lo que sea empoderarse, auto-organizarse y recuperar el poder sobre nuestros recursos y vidas va por el buen camino.
En ese sentido, destacar también que por lo menos un ayuntamiento vasco sí consiguió hacer frente al apagón, precisamente, porque han desarrollado su propia comunidad energética: Aramaio. Y se da la coincidencia que este mismo municipio y su comunidad se oponen a un macroproyecto de renovables en las cimas de sus montes. «Macro» no por la cantidad de los aerogeneradores sino por sus dimensiones, porque el proyecto incluye molinos de 200 metros de altura! Si Aramaio es capaz de auto-abastecerse energéticamente sobra decir para qué serán esos molinos. Me imagino que ese habrá sido el caso también de la comunidad de Errekaleor (Gasteiz) que consiguió hace unos años generar su propia energía, empujadas, sobre todo, por la exclusión de la red de las propias compañías, por Iberdrola, en 2015.
Si con el apagón surgieron reflexiones que nos recordaban a las surgidas en tiempo de la pandemia. Y otras que nos recordaban de la estabilidad y de nuestra costumbre a vivir sin alteraciones y con un uso desmesurado de energía. Reflexiones sobre la diferencia de consumo energético entre países ricos y empobrecidos, sobre la estabilidad de neutros servicios. Cuando esto ocurría aquí, en Cuba se vive una crisis energética prolongada.
Se nos recordaba la situación en Ucrania, quienes, curiosamente, habían ofrecido ayuda energética (!!!) al gobierno español. Allá todas las centrales han sido blancos de guerra. Ni que decir de la situación en Palestina. O Rojava, donde Turquía también ha hecho blanco en las centrales hidroeléctricas y sobreviven con grupos autónomos. Porque otra conclusión obvia es que la concentración y el centralismo energético inciden en la vulnerabilidad energética, porque las grandes centrales pueden ser blancos, y también muchas más personas afectadas.
Mientras, uno de los mejores artículos viene desde México, concretamente de La Jornada: El colapso de la red española. Curioso. ¿Será que no somos capaces de hacer un análisis aquí? ¿Todavía nos faltan evidencias? Supongo que es porque no tuvimos luz. Porque hasta para escribir necesitamos electricidad hoy en día!
Y casualidades, un día después del apagón encuentro que Netflix estrena serie: El Eternauta, basado en el famoso comic argentino. La serie comienza con un apagón en la ciudad de Buenos Aires que se divisa desde un barco. En la ciudad ocurre un cacerolazo exigiendo el restablecimiento de la luz. El apagón incluso afecta a 4 de los protagonistas, y lo que es peor, a su partida de mus. No cuento más.
Otra coincidencia: mi hijo ve dibujos animados de Pókemon. En este episodio sufren un apagón. Por lo tanto, sí son más frecuentes de lo que pensamos. Ante el desconocimiento sobre lo ocurrido, consiguen descubrir quien lo ha provocado, lo que puede ser interesante para nuestras instituciones: el apagón ha sido provocado por un Pokémon legendario de tipo Eléctrico/Volador de nombre Zapdos.
Hoy también presencié desde mi bici a un energúmeno haciendo el caballito con su moto de gran cilindrada por el puente de Santa Catalina. No es ninguno de esos idiotas que publicitan a Repsol. «Qué bien!», pienso,»Ya se ha restituido la normalidad energética, y con ella, la confianza de la gente!».
TURIEL: España hizo CINCO APAGONES de EMERGENCIA en 2024
La primera cosa que quería comentar es respecto al tema del consumo eléctrico: efectivamente el consumo eléctrico está cayendo desde el año 2008 y ahora mismo, pues los niveles de consumo son comparables a los primeros años del siglo XXI (el consumo entre el 2004 y el 2005) porque llevamos como una caída ya acumulada de un 12 % o algo más desde desde el año 2008, no es una caída que no es constante que hace altibajos pero la tendencia es claramente decreciente y contrasta además con lo que hacía el sistema antes del 2008 que era proceso exponencial. Aquí ha habido un problema – ha habido muchos problemas pero básicamente el problema más gordo que yo veo es un discurso triunfalista de «vamos a hacer una transición renovable basada en una instalación masiva de grandes sistemas de producción de electricidad renovable, grandes parques conectados en la red de alta tensión con la idea de centralizar esta producción y llevarlo a grandes centros de consumo – es decir centralizar el consumo- cuando en realidad la energía renovable no tiene unas características adecuadas para hacer esto masivamente.
La gente tiene tendencia a plantear los debates de una manera muy binaria es todo o nada, sí o no, y esto no es así. Es decir, aquí el problema fundamental es la escala: ¿Es posible integrar energía renovable con sistemas masivos a una alta tensión? Sí, a una cierta escala. El problema es cuando intentas pasar de esta escala. Te empiezas a encontrar que la energía renovable, por sus características, es una energía poco fiable y muy diferente de la que se suele generar, de la que históricamente se ha generado en el sistema eléctrico.
También conviene recordar que hay un sistema renovable que curiosamente siempre excluimos porque siempre ha estado ahí. De hecho, es el primer sistema masivo de generación de electricidad antes de las centrales térmicas, que es la hidroeléctrica. Es una forma de producción eléctrica mucho más fiable que lo que es la nueva renovable, que es básicamente la eólica y la fotovoltaica, y eso es debido al hecho de que tiene una serie de características técnicas que le permiten dar una electricidad muy confiable. ¿Y cuáles son estas características técnicas? Pues básicamente tú lo que haces es girar una gran un gran alternador eléctrico que pesa varias decenas de toneladas y eso es bueno porque, en caso de que tú lo pares, tiene mucha inercia. Son sistemas que son inerciales: conservan esa forma de la onda. Recordemos que lo que transmitimos a red eléctrica es una onda.
Hay mucha tendencia a comparar la electricidad con un fluido, como si fuera el agua. No es verdad: es un movimiento. Además es un movimiento tipo ondulatorio, inercial. Como he dicho es despachable – eso quiere decir que cuando tú la necesitas la pones, si necesitas más pones más, si necesitas menos pones menos y es un sistema de respuesta rápida. En eso se aparece a los otros sistemas que fueron apareciendo después, que son las centrales térmicas, en las que en esencia lo que se hace es quemar un combustible para calentar una olla de agua, que produce vapor y este vapor mueve una turbina.
El que había sido secretario de estado de de energía hace unos años en en Estados Unidos, decía que si Thomas Alba Edison despertase hoy en día reconocería las centrales térmicas a la primera, porque en el fondo no dejan de ser centrales de vapor, y es un poco triste, en ese sentido no hemos conseguido, un mejor aprovechamiento de la energía más que quemando algo aunque sea átomos para producir calor, para calentar una olla, para que mueva una turbina, que es lo que al final acaba moviendo el alternador que produce la electricidad.
Todos estos sistemas generan un tipo de electricidad muy estable, muy inercial, despachable, muy regulable que está muy bien (la nuclear menos – no es tan regulable, es más bien a piñón fijo) y de repente empiezas a poner sistemas que no funcionan así: que son intermitentes, que a veces hay que a veces no hay, que además pueden estar y de repente flojean o de repente sube mucho su producción. Entonces empezamos a tener problemas de gestión de la red. Los problemas de gestión de la red se están haciendo muy comunes.
De hecho, el gestor europeo de las redes eléctricas (hay un gestor en cada estado europeo y luego hay un supra-gestor para coordinarlos a todos, que se llama ENTSOE) pues se reporta que ha habido un incremento muy grande de incidentes con la red eléctrica del tipo separación de frecuencia que es cuando empieza problemas estabilidad de la red, porque la onda no acaba de ser perfecta. No acaba hacer una onda sinusoidal, no acaba de estar perfectamente sincronizados todos sistemas de generación de electricidad y empieza a ver problemas que puede producir incluso sobre-cargas de la red y puede provocar averías a veces muy gordas y esto bueno es debido al hecho de que se ha incrementado enormemente la cantidad de energía renovable que se ha enchufado (eólica y fotovoltaica).
Esto obliga a tener sistemas de respaldo por dos motivos: primero, porque son intermitentes, porque a veces los tienes y a veces no los tienes. Y segundo, porque además, incluso cuando los tienes, van a su bola, porque no son despachables, no son inerciables; entran con más o menos fuerza según les da un poco la gana, y claro esto genera mogollón de problemas dentro de la red.
El tema del sistema de respuesta rápida y ahí concretamente el caso de España: lo que ha pasado durante estos meses es que efectivamente es un sistema que está pensado para una situación de emergencia. Es un sistema cuya concepción es una necesidad técnica para gestionar la red de una manera suave y evitar sustos sobresaltos y posibles averías. Este sistema de respuesta se basa en una idea muy sencilla: si en un momento dado se produce una avería, por ejemplo de un tendido eléctrico, porque cae un rayo y se carga una torre de alta tensión, o tienes una central eléctrica de cierta importancia que se desconecta de la red por la razón que sea y para cuando entran las que la sustituyen hay un cierto retraso (el problema es que la red eléctrica, como he dicho antes, como lo que se transmite es un movimiento hay que producir exactamente la misma energía que se consume en cada momento – es un encaje de bolillos terrible, complicadísimo de hacer – No hay que estar produciendo justo lo mismo que se está pidiendo para consumir porque si no hay sobrecargas o puede haber apagones), lo que haces es a ciertas empresas que son grandes consumidores de electricidad les dices «Mira, os voy a ofrecer la electricidad con un precio sensiblemente más barato, con un descuento bastante importante, pero a cambio cada año tenéis que tener una bolsa de horas en las que si yo lo necesito es desconecto la red con un aviso mínimo de 15 minutos». Eso quiere decir que estas empresas aceptan trabajar en estas condiciones en qué dices «yo vendo la electricidad con un descuento muy sustancial (no tengo los contratos, pero son descuentos grandes los que se les da a estas empresas) pero que sepas que de 1000 horas al año, o 2000… las que estén contratadas yo te puedo apagar. Te avisaré 15 minutos antes». Esto está pensado para gestionar eventualidades. Este sistema no es realmente novedoso, porque es una actualización de un sistema que ya hubo antes. Esto está pensado para que cuando se produzcan estas interrupciones, duren 15 minutos, media hora y que al final lo que se moviliza de todo lo movilizable, lo que se para de todo lo parable de todas las empresas sea una cantidad relativamente pequeña. Tienes es un pool de empresas que tú si lo quieres las puedes parar que equivalen a un consumo de hasta 1 Gw. Pensemos que en España el promedio el consumo de electricidad es de unos 26 G – esto es el promedio. Pero varía según la época del año, como es normal, y varía también según la hora del día. Y varía mucho. Tú puedes a ciertas horas, por ejemplo, cuando es la noche en primavera a lo mejor el consumo es de tan solo 10 o 12 Gw, pero puedes tener que en verano los momentos de máximo consumo pueden llegar a 40 y 41 Gw.
En el sistema este de respuesta rápida lo que hay es básicamente una disponibilidad del consumo de estas empresas, que son empresas intensivas que están siempre en marcha, de hasta 1 Gw de potencia. O sea, en un momento de necesidad puedes retirar esta 1 Gw de consumo simplemente bajándolo interruptor a estas empresas vale. La idea es utilizarlo con moderación, entre otras cosas porque está para cubrir eventualidades (cosas que tú no puedes prever). Su objetivo no es utilizarlo como un un activo de Mercado más.
Entonces ¿qué es lo que ha pasado en España? En España tuvimos dos momentos de activación, que además los dos fueron prolongados, en los que se desactivó toda la capacidad de reserva (el 1 Gw entero – 900 y pico Mw), a finales de mayo y a principios de Julio. En los dos casos fue por el mismo motivo: había una gran generación de energía fotovoltaica en aquel momento. Estamos hablando de la primavera, el momento óptimo para la fotovoltaica: tienes una buena insolación y además la temperatura del aire no es muy alta (porque sabéis que la fotovoltaica cuando la temperatura va subiendo también baja su rendimiento – el rendimiento de la fotovoltaica no es el mejor en las los momentos de la máxima insolación sino los momentos los que todavía la insolación no es la máxima pero es buena y la temperatura es moderadamente baja como es en primavera).
Esto pasó a finales de mayo y a principios de Julio, dos veces y en los dos casos el problema se planteó porque los modelos de la red eléctrica española, la empresa Red Eléctrica Española (REE) que es la que gestiona el acceso a la red y que está todo el rato controlando y hace todos los cálculos y todas las previsiones, contaban con una potencia eólica que le daba los modelos atmosféricos. Pero como estamos en un clima cambiante, las cosas ya no funcionan tan bien como antes y, de repente, pues ese Gw más o menos que tenía que ser producido con eólico no se materializó, porque el viento es lo que tiene: es intermitente en el tiempo y en el espacio. A lo mejor se dice que sopló mucho viento, pero a lo mejor sopló unos 200 km más allá en medio del mar o en un sitio donde no había aerogeneradores y nadie lo puedo aprovechar. Total que se encontraron que había que hacer frente a la caída la producción fotovoltaica con la caída del sol, pero la eólica no estaba allí.
Entonces se vieron obligados a poner toda la la hidroeléctrica que había, y, gracias a Dios, que los pantanos estaban bastante llenos, todo la térmica que estaba disponible… pero ahí entonces nos encontramos segunda sorpresa: las centrales de gas de ciclo combinado que tenían que haber estado allí al ralentí para estar al quite si hacía falta, para dar respaldo, estaban apagadas.
( es decir lo que estuvimos hablando en su día que seguramente era lo que tenía que haber pasado y Se confirmó finalmente)
Ahora hay un análisis muy bueno que hizo Guillem Planisi ya hace unos meses y con todo detalle ahí se ve claramente lo que pasó entonces. En el caso concreto de España la potencia instalada de centrales de gas de cinco combinados es muy grande es 26/27 Gw. Prácticamente cubre el consumo medio y piensa que además está la nuclear. En realidad, si tú mantienes al ralentí estas centrales pueden cubrirte sin problemas si tú haces una buena previsión. El problema de mantener estas estas centrales: recordemos, estamos hablando de una turbina que pesa decenas de toneladas, que además soporta temperaturas muy elevadas y las presiones muy elevadas – no lo puedes y encender y o apagar como la la batidora de tu casa – su proceso de encendido entre el calentamiento y que coge velocidad y demás son muchas horas: entre 10 y 12 horas dependiendo del modelo – hay centrales más rápidas, pensadas para dar respuesta rápida que se llaman pickers y aún así estas centrales típicamente requieren un par de horas para ponerse a régimen – pero las centrales que hay en España no estaban pensadas para esto, y muchas de ellas lo que tienen es los tiempos de respuesta son 10 y 12 horas.
Es una temeridad tener paradas las centrales que se podían necesitar. Había centrales que estaban en marcha, porque se contaban con ellas, pero aquellas que no estaba teóricamente movilizado por por Red Eléctrica (y aquí también hay que plantearse hasta qué punto los mecanismos de Red Eléctrica son los apropiados) se apagó. Porque las compañías eléctricas no quieren quemar gas si no va a ser suficientemente remunerado (porque no es que esté remunerado, sino suficientemente remunerado – aquí finalmente dejó caer el pequeño detalle de que Iberdrola tiene una deuda de 48.000 millones de euros, porque puede ser que algo tenga que ver también con todos estos problemas que que están pasando).
Esto sería un poco lo que pasó en en mayo y en en julio ha habido otros tres días más con lo cual en total ya vamos cinco este año para un mecanismo que está pensado que sea excepcional y los tres se produjeron en la primera semana de de diciembre – tres seguidos- y en los tres casos, para mí, es todavía más grave que la situación anterior, porque los tres casos, alguien armado con una de las armas de destrucción masiva más peligrosas que ha inventado la humanidad, una hoja Excel, llegó a la conclusión en la que era más barato pagar la desconexión que quemar gas. Porque estamos en una situación, como sabéis, de un encarecimiento muy fuerte del gas natural por diversos motivos, pero principalmente porque estamos teniendo un invierno dentro de la normalidad histórica, es decir, es un invierno que está haciendo frío. Ni siquiera es un invierno especialmente frío, lo que pasa es que estábamos acostumbrados a que el invierno realmente no hiciera frío y de hecho estos días en Europa los días de final de año y principios del año 2025 de hecho se va a vivir una situación de anomalía de más calor (unos 6 u 8 grados más) en el centro Europa.
Esto es muy curioso porque desde la voladura de los gaseoductos del North Stream lo que estamos viendo es que Europa está en una situación de mucha precariedad con el tema del gas. Ha bastado que hiciera unos pocos días de frío (unos 10 días de frío) y poca producción fotovoltaica (porque se produce este fenómeno que en alemán le llaman el dunkelflaute que es que hay poca producción fotovoltaica y producción eólica), evidentemente, porque los cielos están cubiertos y no sopla un pijo de aire, para que las reservas de gas que se estaba utilizando para producir electricidad con las centrales de gas de ciclo combinado cayeran en un 25%. En 10 días de diciembre Europa consumió el 25% de sus reservas de gas.
Y aquí también es importante salir al paso del habitual triunfalismo de los grandes expertos las reservas de gas de Europa están al 100%. Yo cuando alguien me da un porcentaje siempre me pongo un poco la defensiva, porque a mí el porcentaje sinceramente… es como dicen «vamos a ir al modelo 100% renovable»: digo «eso también lo digo yo». Lo que es importante saber es cuánto es esa cantidad, tener las cifras absolutas. Entonces el gran problema que hay con las reservas de gas natural es que el gas natural es una sustancia de difícil manejo y los países de Europa que tienen capacidad de almacenamiento para más tiempo, lo que almacena representa su consumo medio de unas 6 semanas. Entonces, si resulta que estás en momento de consumo más elevado, que es lo típico del invierno, es que a lo mejor todo el gas natural almacenado en Alemania, que es uno los que más capacidad de reserva tiene, le equivalen a tres semanas de invierno. Con lo cual en el fondo dependen de que haya un flujo continuo de gas que está llegando, porque solamente con lo que tiene almacenado se lo pulirían relativamente rápido.
Si tienes una situación de baja producción renovable y además con el frío estás tirándole al gas a lo bestia, y a pesar de que se sigue importando gas y por cierto otra cosa que hay que decir: Se sigue importando gas Ruso, y además en gran cantidad y España actúa como un Hub de redistribución de gas ruso licuado hacia otros países (Continúa)
