Riesgo de genocidio de Ayoreos en aislamiento voluntario por deforestación

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Las comunidades indígenas Ayoreo denuncian la intensa actividad de deforestación en Faro Moro y alrededores, distrito de Filadelfia, departamento de Boquerón, que atenta contra la vida e integridad de los grupos en aislamiento voluntario que habitan la zona, y afecta a las comunidades ya asentadas.

El caso reviste proporciones internacionales, ya que la empresa propietaria, Faro Moro Limited, tiene domicilio legal en el Reino Unido y representación legal de un ciudadano danés.

 El amparo y la medida cautelar de urgencia solicitadas por las comunidades fueron denegadas a pesar de la alta posibilidad de que se esté produciendo una situación de genocidio.

Las comunidades Ayoreo y las organizaciones Ayoreo del distrito de Filadelfia, Departamento de Boquerón: comunidades Jesudi, 15 de septiembre, 2 de enero, 10 de febrero, Ijnapui, Jogasui y las comunidades de la zona Campo Loro (Campo Loro, Ebetogue, Tunucojai, La Esquina) y las organizaciones Unión de Nativos Ayoreo del Paraguay (UNAP), Asociación Guidaigosode y Ducodegosode Ayoreo de Paraguay (AGDAP), Asociación Garaigosode del Pueblo Ayoreo (AGPA) denuncian a la opinión pública nacional e internacional el riesgo inminente de genocidio de grupos Ayoreo en aislamiento voluntario en el Faro Moro.

Las comunidades y organizaciones a través de un comunicado del 20 de junio afirman que a raíz del desarrollo de intensas actividades de deforestación la presencia y desplazamientos de Ayoreo en aislamiento voluntario, así como diferentes hallazgos que evidencian que sus movimientos se han incrementado en las proximidades de Faro Moro, ubicada en el distrito de Filadelfia, departamento de Boquerón, en el Chaco Paraguayo. El lugar forma parte del territorio tradicional del pueblo Ayoreo y es parte del hábitat actual de los grupos Ayoreo en aislamiento voluntario, los únicos en esta situación de no contacto fuera de la cuenca amazónica.

Esta situación preocupa a los Ayoreo ya contactados y reducidos hace pocas décadas, quienes viven en diferentes comunidades adyacentes a la propiedad mencionada. Estas comunidades Ayoreo sedentarizadas han acudido a las autoridades judiciales solicitando un amparo y medida cautelar para detener el desmonte, temiendo por sus propias vidas y por las de los grupos aislados remanentes, que se resisten al contacto con la sociedad colonizadora y deciden mantener su forma de vida ancestral.

Incumplimiento del Estado paraguayo e irregular proceso legal ante la solicitud de los Ayoreo

Alertadas ante el incremento de avistamientos, producidos por las aceleradas actividades de desmonte en Faro Moro, las comunidades Ayoreo presentaron un pedido de medida cautelar y acción de amparo el 29 de mayo solicitando el cese inmediato de las actividades de deforestación que amenaza sus vidas y las de los grupos aislados. Sin embargo, lejos de atender las solicitudes de las comunidades indígenas, el juzgado inicia un proceso legal irregular y deniega el amparo a pesar del peligro inminente que representan las obras ejecutadas.

En contra de la ley, el juez notificó a la firma arrendataria y responsable de las obras, HEKOPORA S.A. del recurso interpuesto por las comunidades indígenas y se negó a notificar al propietario real del inmueble afectado en Faro Moro, la compañía británica Faro Moro Limited, con sede en el Reino Unido. Esta grave decisión viola lo establecido en el Convenio de La Haya.

Ante esta negativa, las comunidades interpusieron varios recursos de reposición y apelaciones los cuales fueron denegados sistemáticamente. Inclusive, a pesar de la amplia evidencia disponible, y de los testimonios presentados por testigos de las comunidades. El juzgado y las diferentes instituciones del Estado paraguayo ignoran la presencia de los aislados. El mensaje es claro: las comunidades indígenas y los pueblos indígenas en aislamiento en Paraguay no tienen derecho a ninguna garantía constitucional. Las primeras, porque sus demandas no son tratadas siguiendo el debido proceso; las segundas, simplemente porque se les niega entidad al ignorar su existencia, invisibilizándolas del sistema de derecho.

El avance del desmonte en el territorio habitado por grupos aislados acerca cada vez más a por lo que crea un escenario apremiante que puede provocar un contacto no deseado y forzoso, lo cual constituye un hecho de extrema gravedad al acrecentar el riesgo inminente de genocidio. Cabe destacar a este respecto que, aunque Paraguay sea uno de los pocos países de Sudamérica que no posee una ley que explícitamente proteja a los pueblos indígenas en aislamiento voluntario, dispone de artículos de la Constitución Nacional así como diferentes tratados internacionales suscritos y ratificados, los cuales está incumpliendo al permitir el exterminio de grupos humanos, reconocidos como anteriores a la formación y organización del Estado.

Los Ayoreo reiteran que este tipo de situaciones no se limitan a Faro Moro sino a todo el Chaco Paraguayo.

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