Ya se han celebrado desde 1995, 28 Conferencias de las Partes (COP), la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, para mantener ninguna ilusión, ni confianza en ellas. Siempre con las transnacionales de la industria de combustibles fósiles y asociadas haciendo presión para asegurar que no se afectan sus intereses, y desde la COP de París, las transnacionales también participando en el proceso de decisión. Cumbres acogidas por países y regiones altamente dependientes de la extracción y producción de combustibles fósiles. Y ahora, nuevamente. O más: la COP28, acogida por los Emiratos Árabes Unidos (EAU) que posee la quinta reserva más grande de petróleo y gas en el mundo.
Sitúan a esta COP como la de mayor asistencia hasta la fecha: 70.000 delegados trasladándose a EAU para decidir ¿qué? Cuando los datos sobre el calentamiento global y la degradación de los ecosistemas en todo el mundo son alarmantes. Cuando las expectativas del IPCC de no sobrepasar los temidos 2,0°C por encima de la temperatura preindustrial para finales de la década de 2030 se superarán pronto. Cuando en esta COP se tenía que anunciar el compromiso de las 20 principales empresas de petróleo y gas para reducir las fugas de metano y lograr emisiones netas cero para 2050. De inicio, la industria fósil ya elude el 95% de su emisiones ya que excluye las llamadas emisiones de Alcance 3.
Este año la COP está encabezada por el Sultán Ahmed Al-Jaber, director ejecutivo de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dhabi (ADNOC) de EAU. Documentos filtrados muestran a funcionarios emiratíes utilizando las propias reuniones climáticas y su posición de liderazgo en la cumbre climática para presionar a favor de acuerdos sobre petróleo y gas en todo el mundo.
Otros funcionarios de los EAU, como denunció la BBC, también utilizaron su posición de influencia en la conferencia sobre el clima para influir en el Ministro de Medio Ambiente de Brasil para que ayudara con un acuerdo petroquímico para ADNOC. Igualmente hicieron con funcionarios chinos para proyectos conjuntos de gas (eufemísticamente denominado «natural»).
Al-Jaber también dijo anteriormente que las emisiones deben reducirse en un 43% para 2030 porque eso es lo que la ciencia dice que debe hacerse. Sin embargo, ADNOC, su compañía petrolera, tiene planes de aumentar la producción de petróleo en 600.000 barriles por día para 2030, gastando 150.000 millones de dólares para aumentar la producción de petróleo.
Esto es repugnante y un escándalo internacional del más alto nivel. Los Emiratos Árabes Unidos son en este momento los anfitriones de un proceso de las Naciones Unidas destinado a a reducir las emisiones globales, y, sin embargo, están utilizando esas reuniones para aumentar las emisiones globales. Como decimos: hasta ahora la confianza era mínima, pero esta realidad supera cualquier previsión.
¿Cómo es posible que los Emiratos Árabes Unidos se convirtieran en anfitriones de una conferencia sobre cambio climático en primera instancia? ¿Y cómo llegó Al-Jaber a ser presidente de la COP28? ¡Hasta Al Gore ha mostrado su decepción!
Un reciente Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, estudió los planes para los 20 mayores países productores de combustibles fósiles que representan el 84% de las emisiones globales de carbono. Concluyó que estas tienen la intención de producir un 110% más de combustibles fósiles en total en 2030, lo que superaría el límite de 1,5°C establecido en el Acuerdo de París, y un 69% más de lo que es compatible con un calentamiento de 2°C.
Además los inventarios nacionales de carbono excluyen la exportación de combustibles fósiles, que obviamente son fundamentales en la producción de emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial.
Obviamente, el caso del Sultán Ahmed Al-Jaber es el más descarado. Pero en la COP, seguimos asistiendo a discursos de otros muchos dirigentes políticos, directores ejecutivos, economistas y otros que defienden el mismo sistema político y económico responsable de esta debacle. También se han filtrado declaraciones del propio Al-Jaber negando el cambio climático. Pero esa posición ha sido todavía defendida por otros representantes en plena COP 28.
Sin ser tan obvia, igual de peligrosa es la teoría de que existen tecnologías limpias (solar, eólica, mareomotriz, hidrógeno) que aplicadas pueden ayudarnos a superar la crisis. O incluso se vuelve a plantear en esta COP 28 a la energía nuclear como una energía limpia y como una solución climática. O tecnologías como CCUS (Captura, Uso y Almacenamiento de Carbono), que se proponen en todas las COP y que nunca se han materializado, o como los Fondos de Carbono y otros Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL).

Mientras, pese a esta obstinación pro-petrolera, EAU se sitúa en una de las zonas del Planeta particularmente afectada por la crisis climática, designada como MENA (Medio Oriente y África del Norte). Esta zona enfrenta una amplia gama de riesgos climáticos, principalmente provocando la escasez de agua y la desertificación, que conlleva inseguridad alimentaria. Se prevé que será una de las primeras en el mundo en quedarse sin agua. Por ejemplo, en Irak y Marruecos, dos tercios de los oasis han desaparecido debido al aumento de la evaporación y la disminución de las precipitaciones. En Arabia Saudita y Sudán se ha comenzado a experimentar tormentas de arena severas. Todo ello conlleva a su vez una catástrofe humanitaria, en una zona castigada históricamente por el hambre hambre. La cifra de personas afectadas por el hambre es actualmente diez veces mayor que hace cinco años. El Cuerno de África se enfrenta a su quinta temporada sin lluvias, prolongando la sequía más larga de la región en 40 años.
EAU es también es uno de los países en los que las mujeres sufren una exclusión significativa. Exclusión que es exacerbada en tiempos de crisis, y la climática lo es. Organizaciones feministas de la región unieron fuerzas antes de la COP para formular demandas comunes, sobre todo de posibilitar una mayor participación de las mujeres, los jóvenes y otros sectores poco representados en los procesos climáticos, así como una mayor consideración por la igualdad de género en la toma de decisiones.
Eliminación progresiva de combustibles fósiles
Uno de las acciones más urgentes para hacer frente a la crisis climática es «eliminación gradual» de los combustibles fósiles. Lo que se antoja muy difícil en una COP presidida por la quinta reserva más grande de petróleo y gas en el mundo, Emiratos Árabes Unidos (EAU), y con un presidente que es a su vez director ejecutivo de su compañía petrolera, ADNOC.
Así llegamos a propuestas como las de la EAU, que enfatiza la necesidad de incluir el papel de los combustibles fósiles en la solución de la crisis climática. El presidente de la COP, Al Jaber, afirmó en la misma COP: «Es esencial que ningún tema quede fuera de la mesa (…) debemos buscar formas y garantizar la inclusión del papel de los combustibles fósiles» .
Esta demanda se viene dilatando en el tiempo, y ya son 28 COPs! En la COP26 en Glasgow, los estados acordaron una «Reducción progresiva del carbón», pero esto sólo significa una salida parcial del carbón con un vacío legal.
Hay pocas esperanzas por tanto en que en la negociación de este año los estados acuerden una eliminación gradual de los combustibles fósiles de garantías. Porque incluso estados cuyas economías dependen principalmente de la producción y venta de combustibles fósiles (como por ejemplo EAU) deberían considerar seriamente planes de salida.

Para la ciencia, el IPCC e incluso la Agencia Internacional de la Energía, tradicionalmente considerada favorable a los fósiles, es indiscutible que los objetivos climáticos ya no son alcanzables si se desarrollan nuevos yacimientos de petróleo o gas. La eliminación gradual de los combustibles fósiles debe ocurrir lo más rápido posible para tener alguna posibilidad de estabilizar nuestro clima a largo plazo. El término «sin cesar» en el texto es particularmente crítico, ya que permite a los estados fósiles retrasar la salida necesaria confiando en tecnologías CCUS (Captura, Uso y Almacenamiento de Carbono), aunque estas tecnologías no estén suficientemente disponibles.
La UE, en su posición, pide una eliminación gradual de los combustibles fósiles «sin cesar y una eliminación gradual de los subsidios a los combustibles fósiles. Pero plantean la disminución global en el uso de combustibles fósiles sólo a partir de 2030.
Urge por tanto que se incluya en el texto una eliminación completa de los combustibles fósiles, sin condiciones. La inclusión de una «eliminación gradual» lo antes posible y sin lagunas es la prueba de fuego para el éxito de esta COP.
Emergencia – Emergencia – Emergencia
Urge actuar y tomar medidas porque – y esto no es nuevo- la situación es de emergencia. La COP es también espacio y momento para presentar informes desde distintas organizaciones, desde distintos lugares, desde distintas disciplinas.
Uno de estos informes ha sido el de la CLD (Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación). Este tilda la situación de » emergencia sin precedentes a escala planetaria». Las sequías en Europa el año pasado fueron tan graves como no lo habían sido en 500 años.
Según el informe de la CLD, si las temperaturas globales aumentan a 3°C, en todo el mundo se experimentarán sequías extremas, lo que afectará significativamente la producción agrícola y la economía en general (por ejemplo, el transporte marítimo interior) y a su vez, esto afectará a 170 millones de personas. Además, las sequías reducen la eficacia de las soluciones basadas en la naturaleza, como la protección del clima mediante la forestación o la restauración de tierras.
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