>>>> Continúa de aquí: "Pese a la fuerte represión,..."
(English)
Ayer tuvimos ocasión de intercambiar información con miembros de Les Soulèvements de la Terre (Las Sublevaciones de la Tierra) y del sindicato Solidaires sobre la situación después de la represión de Sainte-Soline y las protestas contra la reforma de las pensiones que transformaron el panorama político el pasado fin de semana.
Ya explicamos bastante anteriormente en otro artículo. Ayer sí nos dieron más razones para entender esa participación masiva (30.000) de activistas en Sainte-Soline. Según nos contaron, esa zona del oeste central de Francia, cerca de Poitiers ha visto sus humedales drenados y secados para dar paso a la agricultura intensiva. Por ello, se han perdido muchos ecosistemas, pero sobre todo ha afectado a su ecología en general pues eran sistemas que contribuían a una abundancia hídrica, que ahora es menos y a la que la emergencia climática afecta todavía más. El cultivo que se ha impulsado es el maíz sobre todo para la exportación y para engordar ganado. Por tanto, la similitud con otros países que siguen el mismo modelo y con los mismos impactos es obvia (Argentina, Brasil, Paraguay, o los mismos EEUU).
Esa política ha sido negativa para los pequeños agricultores que no han podido competir, que han perdido sus tierras a las grandes empresas, a la especulación, y que han abandonado sus tierras y granjas. Por eso también se entiende el apoyo enorme con que cuenta el sindicato de campesinos.


Ahora, esa crisis hídrica entra en otra fase porque los mismos que secaron los humedales son los que se sirven de sus medios y tecnología para extraer el agua de acuíferos para sus producciones: de ahí llenan las balsas y usan el agua para regadío. Nuevamente, como las activistas apuntan «se sirven de recursos naturales, recursos públicos, para su beneficio particular». Y con lo que eso puede suponer ecológicamente pues es agua que existe en esos pozos pero seguramente alimentará manantiales y ecosistemas. Y su efecto climático y en la crisis hídrica será también considerable: como el representante de Solidaires apuntó, para el año 2050 de tres ciudadanas francesas carecerá de agua.
Como nos informan, la otra idea que subyace en este caso es que «toda la región se ha convertido en un laboratorio para el sistema agrícola para ser exportado al resto de Francia».
Y como decíamos, parte de movimientos anteriores, de las marchas gigantes contra el aeropuerto de Notre-Dame-des-Landes, un poco más al norte, cerca de Nantes, y ahora contra las balsas de regadío. De hecho, Soulèvements de la Terre se formó en enero de 2021 en esa misma ZAD de Notre-Dame-des-Landes como movimiento contra el acaparamiento y la artificialización de tierras. En concreto, ésta era la 5ª gran marcha contra estas infraestucturas y el modelo que las impone. El 3 de octubre también se juntaron 8000 personas en tres bloques para parar una de esas mega-balsas.
El objetivo de Bassines Non Mercy (Balsas no Gracias) y la Paysan Federation (Federación Campesina) es el entablar diálogo con el gobierno para incidir y parar este modelo. Pero sin duda, también subyace en todas estas movilizaciones y a radicalidad que se vive e el estado francés es la denuncia del gro autoritativo del gobierno de Macron con su decisión de introducir modificaciones y políticas evitando su discusión en el Parlamento. Esta decisión anti-democrática deja en evidencia la ya conocida política macroniana en favor de unos pocos y contra los intereses generales del Pueblo.
Ahora un nuevo lema ha sido asumido: «NO BASSARÁN!», evocando al lema republicano de la Guerra Civil y otras (Nicaragua, etc) y las aborrecidas bassines o balsas de irrigación.
La represión de Sainte-Soline
Como nos cuentan las organizadoras, la marcha del 25 de marzo en Sainte-Soline se caracterizó por la prohibición del gobierno. Aunque luego se celebró, el campamento estaba muy distante del objetivo, una de las macro-balsas. La sorpresa fue que pese a estar prohibida las fuerzas de seguridad la permitieron, para cargar una vez que los 3 bloques en que se dividían ya estaban cerca de su objetivo a 6 kms del campamento. 3.500 policías les esperaban para machacarles con cañones de agua, aparatos militares, y lanzando las granadas GM2L (4.000!!) que aúnan con el impacto de sus cápsulas, gas lacrimógeno y sonidos ultrasónicos (120 decibelios) que aturden a las manifestantes (ver más adelante). La gendarmerie «defendió la balsa como si fuera un palacio». En el campo abierto y tan lejos de su centro logístico, fue imposible para las activistas protegerse y facilitar asistencia. Y como ya dijimos, las fuerzas de inseguridad tampoco la facilitaron.
Como resultado, lo más triste fueron las 200 personas heridas y sobre todo las dos personas en coma. De una de ellas nos informaron que ha salido del coma y por ella nos alegramos inmensamente – esperamos que se recupere bien. Pero la otra nos informaron que sigue igual y que prevén que continúe así unas semanas. Igualmente, esperamos su pronta recuperación y que siga pronto con nosotras.
De una de ellas, la conocida hasta ahora como S (Serge) hemos tenido noticias de sus familiares y amigas que aquí incluimos, sobre todo dismintiendo las mentiras vertidas por los medios, nuevamente cuestionando su participación y justificando el trato salvaje de la policía. Se ha creado un fondo en apoyo de los compañeros heridos y de sus familiares para ayudar a la organización logística y material (que para HOY ya había cumplido su objetivo de recoger 10.000 € – sin duda otra confirmación dela rabia y la solidaridad que este atropello ha causado en la mayoría de la sociedad francesa).
Reacción posterior

El 30 de marzo se convocaron a concentraciones contra la violencia policial perpetrada en Sainte-Soline (y en las otras manifestaciones) y contra la política represiva de Darmanin en todas las gendarmerías del país. El resultado fue masivo, con protestas en 170 ciudades, lo que demuestra el escándalo que esto ha supuesto. En estas protestas se exigió también la dimisión de Darmanin y la prefecta de Deux-Sèvres, Emmanuelle Dubée, y el que la policía abandone el uso de armas de guerra contra la población. La lista de organizaciones uniéndose a la denuncia también es elocuente.
Y 1500 personas ya habían firmado este fin de semana contra la ilegalización propuesta contra Les Soulèvements de la Terre (Las Sublevaciones de la Tierra).
A ese respecto decir que entendiéndose como una cacicada (una más del gobierno de Macron), lo que se ha planteado es que Les Soulèvements de la Terre (Las Sublevaciones de la Tierra) no es una organización sino un movimiento, sin una personalidad legal, ni sede, ni propiedad, con lo que una ilegalización

https://twitter.com/lundimat1/status/1641088035671400450
Comunicado del padre y madre de Serge (S.) el 29 de marzo de 2023
Esta es la traducción de un comunicado deldel padre y madre de un activista que lleva en coma cinco días después de la violencia policial en Sainte-Soline.
Tras la herida causada por una granada GM2L, durante la manifestación del 25 de marzo de 2023 organizada en Sainte-Soline contra los proyectos de la balsa de irrigación, nuestro hijo Serge se encuentra actualmente en un hospital luchando por su vida.
Presentamos una denuncia por intento de asesinato y obstrucción voluntaria a la llegada de los servicios de emergencia; y por violación del secreto profesional en el marco de una investigación policial, y apropiación indebida de información contenida en un expediente a tal efecto.
A raíz de los diversos artículos publicados en la prensa, muchos de ellos inexactos o engañosos, queremos hacer saber que:
- Sí, Serge está en la lista “S” (lista de vigilancia de la “Seguridad del Estado”), como miles de activistas en la Francia actual.
- Sí, Serge ha tenido problemas legales -como la mayoría de las personas que luchan contra el orden establecido.
- Sí, Serge ha participado en muchas manifestaciones anticapitalistas -como millones de jóvenes de todo el mundo que piensan que una buena revolución no estaría de más- y como los millones de trabajadores que luchan actualmente contra la reforma de las pensiones en Francia.
Creemos que no se trata de actos criminales que mancillarían a nuestro hijo, sino al contrario, que estos actos le honran.
madre y padre de Serge
29 marzo 2023

Una actualización sobre Serge
Por ompañeras de S.
Presentamos una segunda declaración escrita por los y las camaradas y amigas de Serge, hecha pública el miércoles 29 de marzo.
Mientras nuestro camarada Serge sigue luchando por la vida que el Estado ha intentado arrebatarle, asistimos a una nueva avalancha de violencia contra él. Los medios de comunicación intentan presentarle como un hombre al que hay que fusilar. Hoy sigue en coma, en estado crítico. Enviamos nuestra solidaridad a Mickaël y a todos los que sintieron caer sobre ellos la fuerza bruta de la violencia policial.
Los medios de comunicación burgueses siguen repitiendo como loros palabras cuidadosamente elegidas por el Estado para construir, de la nada, el enemigo que quieren combatir. Su falso frente se desmoronará ante las muchas narrativas que han corregido y reescrito el curso de los acontecimientos. La policía utilizó granadas con el propósito específico de infligir daño físico y mental a los manifestantes; son responsables de impedir que los equipos de emergencia evacuaran a los heridos, incluso si eso significaba dejar morir a nuestros compañeros.
Los servicios de inteligencia han estado repartiendo generosamente la información que habían recopilado sobre Serge a las redacciones de todo el país. Su objetivo es obligarnos a definirnos con las palabras utilizadas por la policía. Aquí no vamos a entrar en las versiones deliberadamente abreviadas de la identidad de Serge que la policía ha estado haciendo circular. No creemos que se pueda encontrar ninguna verdad sobre él en los arcanos de la propaganda estatal y mediática. Como revolucionario, Serge participa con todas sus fuerzas y desde hace muchos años en numerosas luchas de clase contra nuestra explotación, siempre con vistas a la ampliación y el fortalecimiento de la vida y la victoria del proletariado.
Y, en efecto, no podemos dejarnos aplastar.
Hacemos un llamamiento a todos los y las que lo conocen para que digan quién es a su alrededor. Recuerden: Serge, en la lucha, rechaza la estrategia del Estado de separar a los buenos de los malos manifestantes. Con él y por él, defendemos esta línea.
El martes 28 de marzo, personas de todo el mundo se solidarizaron con el movimiento contra la reforma de las pensiones en Francia. También hemos recibido muchos mensajes de camaradas internacionales. Les damos las gracias de todo corazón y les animamos a continuar y apoyar el movimiento. Ya están previstas más acciones, y animamos a unirse a ellas y a multiplicarlas sin freno, en Francia y en el resto del mundo.
Queremos que este comunicado se difunda lo más ampliamente posible.
PD: Hay muchos rumores sobre el estado de salud de Serge. No los compartan. Os mantendremos informados.
Para contactar con nosotros: s.informations@proton.me

Granada lacrimógena instantánea Alsetex SAE 820
Efectos:
- 160 decibelios
- Mutilación
- Metralla
La granada GM2L SAE 820 es una granada lacrimógena instantánea producida por la empresa francesa Alsetex que equipa a las fuerzas del orden desde 2018. A diferencia de la GLI-F4, la GM2L no contiene TNT sino elementos pirotécnicos sin efecto de explosión y 15 g de pólvora CS. Desde julio de 2021 solo se utiliza con el lanzador Cougar de 56 mm. La GM2L está clasificada como arma de categoría A2 y, por tanto, como «material de guerra». Desde el segundo trimestre de 2018, la granada GM2L ha empezado a sustituir a la GLI-F4 y la reemplazó definitivamente el 26 de enero de 2020.
La GM2L tiene un doble efecto: lacrimógeno y ensordecedor pero sin el efecto de explosión de la GLI-F4. Con 165 decibelios «rompiendo y haciendo añicos» a 5 metros supera el ruido de un avión al despegar y sobrepasa el umbral del dolor sonoro. Por encima de los 120 dB, los ruidos muy breves causan inmediatamente daños irreversibles. Al explotar, libera 10 gramos de CS en polvo. Su cuerpo es de plástico de polietileno elastomérico cilíndrico de 56 mm de diámetro y se diferencia de los anteriores por su cubierta marrón, aplanada en el extremo y fijada con un adhesivo azul claro o rojo.
Testimonio de la represión de Sainte-Soline
Esta es la traducción de una denuncia anónima que describe la protesta que tuvo lugar en Sainte-Soline contra la construcción de los megacuencas y la privatización del agua el 25 de marzo:
Mierda, ¿qué demonios estamos haciendo aquí? Sí, sí, luchamos por el agua, luchamos contra la privatización de la vida, luchamos contra el Estado que protege los intereses de unos pocos en lugar de defender la vida de muchos.
¡Médico, médico! ¡Aquí, aquí! Y mientras gritamos y señalamos a los heridos, tenemos que vigilar lo que cae del cielo. Otras manos señalan un proyectil justo sobre nuestras cabezas. ¿Qué es? ¿Gas lacrimógeno, una granada? Identificarlo, evaluar la trayectoria, el riesgo, correr un poco, sentir cómo nos revientan los tímpanos por la explosión cercana. Los oídos zumban durante un par de minutos.
Mierda, ¿qué demonios estamos haciendo aquí otra vez? Sí, sí, cruzando la barrera azul para llegar a la cuenca. Ja, no, no una barrera azul sino dos, no sólo es azul sino verde caqui, y tiene alambrada, y alambre de espino, y está el terraplén que hay que escalar. ¿Qué se esconde detrás de todo esto? Una balsa, agua que pertenece a todas bombeada y almacenada para unos pocos. ¡Médico, médico! Joder, dónde están los médicos, las cosas son bastante urgentes ahora mismo. La mierda está cayendo a izquierda, derecha, delante de nosotros, detrás de nosotros. Eh, camarada, ¿necesitas suero? Oye, ¿te has dado cuenta de que te sangra la cabeza? ¡Cuidado, granada! Retrocede, un poco, mantén la calma, adelante de nuevo.
Mierda, ¿qué demonios estamos haciendo aquí otra vez? Sí, sí, somos muchas, somos la masa. Es todo lo que tenemos contra las armas de grado militar que llueven sobre nosotros, que nos cortan las piernas, que desgarran nuestros miembros.
¡Médico, médico! ¿Cuánto tiempo llevamos aquí? Veinte minutos, quizás. Un grupo de médicos se cierne alrededor de un cuerpo. A uno de ellos ya le faltan suministros. A los otros tampoco les queda mucho. ¿Qué van a hacer? ¿Qué me va a pasar si me caigo?
¡Cuidado ahí! Cuidado con la granada a un par de metros, no me acuerdo de moverme, explosión, golpes en la cabeza. Joder, estoy hecho polvo, se me ha olvidado salir corriendo. Estoy bien, necesito seguir avanzando. Agarra a tu compañera, una comprobación rápida para ver si están bien, también. Todo bien. Vámonos.
Hay fuego frente a nosotras, humo negro proveniente de los vehículos en llamas, humo blanco del gas lacrimógeno, el destello de una llama, la chispa de una granada apagándose, no podemos ver una mierda.
¿Cuánto tiempo estuvimos allí? ¿Dos, tres horas? Menos de una hora, de hecho. ¿Una eternidad, o tal vez no fue suficiente?
¿Por qué retrocedimos de repente? ¿Un tipo al borde de la muerte delante, una fila de quads que intentaban rodearnos, la constatación de que no teníamos ninguna posibilidad, el cansancio en primera línea?
Mierda, ¿qué demonios estábamos haciendo allí? Se acabó.
Evacuando a las personas heridas, reuniéndonos con el equipo. Percibir la conmoción por la mirada de las demás, evaluar las heridas, intentar decir unas palabras. Un compañero rompe a llorar, nos acurrucamos cerca. Absurdo, desigual, peligroso.
¿Qué ocurre después de algo así? Alguien debe saberlo.
Volvemos a casa, una interminable procesión negra de ira y rencor, un ejército involuntario, exhausto. Estamos vivas, tenemos suerte.

La huelga continúa
de CrimethInc
De vuelta a la ciudad, mucha gente asiste a una movilización nacional contra la “Ley de asilo e inmigración” (también llamada Ley Darmanin, por el nombre del ministro del Interior, el jefe de policía de Francia, si se quiere). Esta ley, la siguiente en la opresiva agenda de Macron, reducirá severamente los derechos de los migrantes, facilitando el encarcelamiento y la deportación de personas exiliadas e indocumentadas en tierras francesas. Aunque el número de personas que asistieron a esa protesta no fue nada cercano al número de personas que están protestando contra la reforma de las pensiones, poco a poco estamos construyendo lazos que conectan la resistencia antirracista y la solidaridad con una resistencia más amplia contra el gobierno.
A partir del sábado, la violencia policial se convirtió en el principal tema de conversación y cobertura mediática. Gérald Darmanin y Laurent Nuñez (los jefes de policía de Francia y de París, respectivamente) hicieron todo lo posible por difundir mentiras sobre los sucesos de Sainte-Soline y tratar de legitimar las represalias policiales en París. En la ciudad, las unidades de policía BRAV-M -las unidades “móviles” que persiguen a la gente en motocicletas- ocuparon un lugar central en este debate. Ya hay un notable número de vídeos de los BRAV-M agrediendo a individuos aislados, atropellando a personas y abusando verbal y sexualmente de la gente; esto no debería sorprender, ya que sus antepasados, los “voltigeurs “, eran famosos por comportamientos similares, incluido el asesinato de Malek Oussekine en 1986, que inspiró la película La Haine.
Algunos sindicatos -entre ellos la CGT y Solidaires- también se pronunciaron contra la brutalidad policial, expresando solidaridad con los que sufrieron en Sainte-Soline. El lema “Ni oubli, ni pardon “ (“ni olvido, ni perdón”) prolifera lentamente entre los trabajadores en huelga. Incluso los medios de comunicación internacionales que cubren el movimiento y condenan la estrategia autocrática y represiva de Macron han empezado a centrarse en la violencia policial y no en la reforma de las pensiones.
En varios centros de trabajo, como consecuencia de las requisas y el cansancio, los trabajadores se habían tomado un descanso de la huelga durante el fin de semana. Muchos reanudaron la huelga de nuevo el lunes y el martes, pero sin duda hay un cierto cansancio entre los y las huelguistas duplicado por la tristeza y el miedo ante la represión militar a gran escala. Darmanin y Macron esperan influir en la opinión pública blandiendo el espectro de la violencia ante los ojos de la gente de la misma manera que hizo el Gobierno para reprimir el movimiento de los Chalecos Amarillos en diciembre de 2018. Queda por ver si esta estrategia tendrá éxito. Dependerá, en parte, del éxito que tengamos a la hora de presentar otras narrativas.
La huelga general del martes 28 de marzo fue relativamente exitosa, dependiendo de a quién le preguntes. El número de personas en las calles está disminuyendo, pero sigue siendo uno de los más altos registrados en los últimos dos meses: unos dos millones. Las ciudades del oeste de Francia (“le Grand-Ouest”), famosas por sus tendencias insurreccionales, coordinaron con éxito bloqueos de carreteras. Un número significativo de refinerías, unidades de almacenamiento de combustible y otros centros logísticos estaban bloqueados o en huelga; más de 400 gasolineras en Francia estaban sin combustible el miércoles 29 de marzo. Las escuelas y universidades también siguieron en huelga, al igual que la Torre Eiffel, entre otras conocidas instituciones francesas.

En cuanto a las manifestaciones, los resultados fueron desiguales. Hubo concentraciones violentas en Rennes y Nantes, donde el Black Bloc es siempre ofensivo, y en ciudades como Lyon, St-Etienne y Toulouse. En París, el ambiente era tenso. Aunque a última hora del día se produjeron algunos enfrentamientos con la policía, tuvieron un carácter más simbólico que estratégico. Significativamente, las marchas nocturnas espontáneas se han apagado. Si las marchas espontáneas y otras formas de acción directa vuelven a las calles a pesar de la demostración de fuerza del gobierno durante el fin de semana, eso podría dar un segundo aloento al movimiento; si no lo hacen, eso podría determinar su destino.
Aunque la perversa retórica del gobierno no debería condicionar nuestras acciones, es importante rebatir los discursos que intentan propagar. En esencia, Macron está utilizando la misma estrategia que utilizó para reprimir a los Chalecos Amarillos. Está culpando a los manifestantes de las lesiones que la policía les inflige, con el fin de infantilizar y desacreditar a los que se defienden de la policía y justificar la escalada de la represión policial.
Esta retórica circular ya está en juego en Las mentiras de Darmanin sobre los sucesos de Sainte-Soline, como se explora en el análisis “La trampa de Sainte-Soline”. Darmanin ha iniciado un proceso legal contra el colectivo “Les Soulèvements de la Terre” (Los Levantamientos de la Tierra) para su “disolución”, equiparando el sabotaje ecológico con el terrorismo al afirmar que muchos de los y las manifestantes de Sainte-Soline son desde hace tiempo “individuos peligrosos de la lista A” (“fichés S” en las bases de datos francesas de contrainformación).
El Estado intenta dar la vuelta a la protesta popular contra la violencia policial. El objetivo no es tanto legitimar el uso de la fuerza militar contra manifestantes desarmados -Macron no lo admite- sino presentarlo como el efecto secundario inevitable de sus justos esfuerzos por proteger a la República Francesa de individuos peligrosos e irresponsables a los que hay que detener por su propio bien.
Pero hay otra manera de interpretar toda esta situación.
Si Macron está decidido a imponer su agenda sin votación, independientemente de lo impopular que sea, y a suprimir toda protesta por medio de la violencia policial militarizada, entonces la única manera de evitar la llegada de la autocracia absoluta es establecer una relación de fuerza con la policía. En ese caso, quienes toman la iniciativa de experimentar formas de defenderse de la policía no son ni infantiles ni irresponsables. Al contrario, son lo único que se interpone entre nosotras y la tiranía.
Con este espíritu, muchas personas han convocado concentraciones en toda Francia el jueves 30 de marzo para oponerse a la brutalidad policial y defender a las personas heridas, algunas de las cuales siguen luchando por su vida en el hospital.
Enfrentarse a la policía no consiste en utilizar una fuerza simétrica, sino en flanquearla. Hay que ser más astuto que ellos cuando intentan aislarnos y acorralarnos, ya sea física o discursivamente. Significa escalar todas juntas, sin control, como una red demasiado extensa para rodearla: moviéndose, fusionándose, ramificándose, cambiando de rumbo e innovando más rápidamente de lo que ellos pueden seguir, y haciéndolo en todo tipo de terrenos, desde las propias calles hasta la narrativa sobre lo que está ocurriendo en ellas.
Por ahora, la cuestión de la brutalidad policial amenaza con suplantar todos los demás temas de debate público, incluida la reforma de las pensiones, el propio trabajo y el poder del Estado. Esto también puede esconder una trampa para el movimiento. Centrarse únicamente en la policía no necesariamente producirá una estrategia que nos permita superarla.
La Intersindicale (la coordinación de los ocho mayores sindicatos nacionales de Francia) ha convocado la próxima huelga nacional para el jueves 6 de abril. Para muchos es demasiado tarde, ya que para entonces se habrán producido los acontecimientos que determinarán si el movimiento vive o muere. Este largo intervalo dará tiempo a los sindicatos para negociar con el Estado: algunos dirigentes sindicales ya han hablado con el gobierno. Aunque algunos miembros de la línea dura de la CGT y otros sindicatos se resisten a la presión de sus dirigentes para que cedan, la historia de la política sindical es una verdadera letanía de cuentos con moraleja.
Por supuesto, cuando los sindicatos anunciaron la huelga general para el 23 de marzo tras las protestas espontáneas del jueves 16 de marzo, mucha gente también creyó que el movimiento moriría durante la semana siguiente. Como siempre, lo que ocurra en las calles lo determinará todo. A pesar del cansancio, el dolor y la pena, los franceses no han abandonado aún la lucha. ¡Viva la revolución!
Otros recursos
- El movimiento contra la reforma de las pensiones
-
Francia en llamas – Macron intenta aplastar con violencia letal el movimiento contra la reforma de las pensiones
Deja una respuesta