Pese a la fuerte represión, el Levantamiento de la Tierra no se detiene

(English)

Este 25 de marzo comenzaba una nueva edición de las movilizaciones Soulèvements de la Terre, el Levantamiento de la Tierra, con la intención de que duren hasta el 31 de agosto. La 5ª en concreto (las anteriores las anunciamos aquí). Tildadas por los medios como «ecologistas», aunque cierto, se caracterizan por tener un objetivo marcado contra la agro-industria, el agribusiness. De hecho su lema para este nuevo curso que comenzó el sábado en  Sainte-Soline  es «Acaparamiento, agro-industria, artificialización… quitémoslos de en medio».

Y el sábado empezaba de forma masiva, con un campamento en el que se juntaron 30.000 personas y una acción dirigida a los embalsamientos de regadío, que como todo lo planteado por el modelo agro-industrial también son enormes, como lo son sus impactos, pues excluyen del agua a comunidades y ecosistemas, especialmente ahora, en tiempos de emergencia climática y sequías históricas. Sólo así se puede entender la respuesta masiva y también el pundonor con el que luego se enfrentaron a la policía.

Sin duda la razón del éxito de convocatoria reside en un movimiento que ha conseguido gran consenso y unidad con más de 200 organizaciones sindicales, políticas, campesinas y ecologistas tras la convocatoria. Y también por las decisiones autoritarias anti-democráticas del gobierno, de mano de la prefectura de Deux-Sèvres, de prohibir las manifestaciones, como ya lo hizo anteriormente en las 3 últimas convocatorias. Ante ello, las convocantes mantuvieron las protestas con el éxito consabido.

Polis en cuatromotos campo a través.

Porque la policía no escatimó medios: sus incursiones en quads (cuatri-motos) por los monocultivos portando parejas de robocops, uno conduciendo y otro disparando granadas GM2L, como escenas sacadas de Mad Max o una peli distópica. Muestran la rápida adaptación del aparato represor a las distintas formas de protesta y a todos los terrenos. Hay que tener en cuenta que la represión tuvo lugar en medio de los vastos monocultivos, en campo abierto, donde las activistas carecían de cualquier protección.

Pero los y las manifestantes no se quedaron atrás y también respondieron: las imágenes de las furgonas policiales ardiendo en medio de la campiña francesa son elocuentes, con los policías sin saber a donde ir. Con ellas también se carbonizaron muchas de sus letales armas. Una bomba de embalsamiento fue también inutilizada y las activistas también ocuparon las líneas de LGV (tren de alta velocidad).

Otras luchas presentes – proyectos indeseados e inútiles.

La sangría de la policía fue terrible y demuestra premeditación: dispararon 4000 granadas letales en 2 horas, hiriendo a 200 personas con metralla. Dos de ellas encuentran todavía en coma, debatiéndose entre la vida y la muerte (ver más abajo de comunicado de sus compañeras – desde aquí también mostramos nuestra indignación y solidaridad con ellas). De las demás, 40 se encuentran graves: una perdió un ojo, a otras les arrancaron la mandíbula, y otras en peligro de perder el pie. Las organizadoras denunciaron también que tras la represión las fuerzas del orden obstaculizaron el acceso de asistencia a las personas heridas.

Porque la movilización de Sainte-Soline  coincidía con las protestas contra la reforma de las pensiones que en los últimos días, desde el 16 de marzo,  ocurren en el estado, las mayores desde el movimiento de los Chalecos Amarillos en 2018, y que el gobierno intenta suprimir con grandes dosis de represión.

Mientras, hoy jueves 30 de abril es día de coincidencias. Por un lado el movimiento convoca a concentrarse frente a las prefecturas de gendarmería de todo el país en apoyo a los 2 manifestantes en coma y el resto de personas heridas (19:00) (en dicha convocatoria vinculan esta lucha con la de las pensiones, exigiendo el fin de la violencia policial). Por otra, el Ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, anunció en la Asamblea Nacional que va a proceder con la disolución del movimiento Soulèvements de la Terre.

La gran respuesta conseguida por la convocatoria de esta primera jornada del Levantamiento de la Tierra en Sainte-Soline (30.000 personas) nos recordaban a las recientes en Alemania de Lützerath y anteriores de Ende Gelände, etc. Nos recordó al movimiento tan fuerte que hubo en el estado francés y que perdura con las ZAD o Zone à Défendre, campamentos contra la construcción de grandes infraestructuras, como los de  Sivens en 2014 o  Notre-Dame-des-Land (2016)… o aún más con las luchas antinucleares como las de Malville en 1977, que sufrieron gran represión: un activista, Vital Michalon, resultó muerto por una granada lanzada por la policía. Y esta represión nos recuerda también la muerte por una granada de la policía de Rémi Fraisse en 2014 protestando contra la construcción del embalse Sivens.

De hecho, estos días nos recordaban de uno de los personajes y unas de las secuencias que se hicieron virales en Lützerath, la del monje , porque éste también había sido visto en Sainte-Soline, con lo que se confirma nuestra teoría y el presunto vínculo entre estas luchas (aunque solo sea por algún participante en común). Dicen que El Monje reapareció allá vistiendo un chaleco de la Gendarmerie al que había añadido el comentario «A new war trophy» (Un nuevo trofeo de guerra). También se le ha visto posando delante de furgonetas de la gendarmería en llamas. Ahora tanto el monje como otros activistas alemanes presentes en Deux-Sèvres son objeto de investigación conjunta de la policía francesa y alemana. Según se ha sabido la policía alemana participó en el operativo de Sainte-Soline.

También participaron en la movilización activistas internacionales. Entre ellas, activistas indígenas de la nacionalidad Mohawk. Sabida es la larga lucha que está teninedo en EEUU y en muchos sitios por el agua, las Protectoras del Agua, además de contra la agroindustria, contra proyectos como el fracking y la industria petrolera y gasista, contra las mineras, que acaparan el agua y además la contaminan con químicos que utilizan en sus actividades, y metales pesados de la extracción y derrames. De este modo, luchas lejanas se unían en una sola.

30.000

Los Levantamientos de la Tierra son una iniciativa de protesta ambiental iniciada en Francia en 2021 y que en los últimos años ha ido estableciéndose y creciendo. Sus raíces también las encontramos en un movimiento campesino muy arraigado, con movimientos como la Confédération Paysanne  (Confederación Campesina) que ahora participan junto a Atelier Paysan (Taller Campesino) en este movimiento, de fuertes valores anti-globalización y parte de la Via Campesina. Un movimiento que ha sido radical y partidario de la acción directa como cuando José Bové desmanteló con su tractor un McDonald’s en construcción en 1999

Actualmente, a la lucha de los pequeños campesinos y campesinas contra el modelo neoliberal de agricultura industrial que amenaza con su producción a base de químicos y fitosanitarios, de especies modificadas genéticamete, de producción mecánica y propiedad transnacional, de macro-granjas, se les suman los embalsamientos para regadío que se han convertido en objetivo del movimiento. El pasado Día Mundial del Agua (22 de marzo) la Confédération Paysanne llevó a la ONU precisamente el caso de las mega-embalsamientos que consideran una violación de derechos humanos pues este «acaparamiento de agua» (unida a la de la tierra) afecta a «las condiciones de vida y de trabajo de los agricultores familiares».

Estos impactos de la agro-industria a nivel social y laboral son unidos por las activistas a otros de carácter ambiental como son la destrucción de ecosistemas por el mismo modelo, o la pérdida de la biodiversidad, y por ello enlazan esta lucha con otras contra otra infraestructuras absurdas. Citan:  «la circunvalación de Rouen, la autopista Castres-Toulouse, la línea de alta velocidad Lyon-Turín».

Activistas ayudan a caminar a una persona herida.

 

En 2017, el presidente Macron apareció al mundo ansioso por incidir para superar la emergencia climática a nivel internacional. Ese año invitó a los científicos del clima de Estados Unidos a trasladarse a Francia y se comprometió a la aplicación del Acuerdo de París. Incluso intercedió con el negacionista de Trump con el que tenía comunicación. También se declaró partidario de un «nuevo modelo de crecimiento» justo, sostenible y ecológico… pero todo aquello se fue desvaneciendo, y lo que tenemos es el mismo apollo a los grandes contaminantes y el mismo modelo aniquilador. Y el mismo modelo también que castiga y humilla a quien cuestiona y a quien propone una alternativa.


Comunicado sobre S., un camarada cuya vida corre peligro tras la manifestación de Sainte-Soline.

El sábado 26 de marzo, en Sainte-Soline, nuestro camarada S. fue alcanzado en la cabeza por una granada explosiva durante la manifestación contra los embalsamientos [proyecto de grandes depósitos de agua para el riego de las explotaciones industriales]. A pesar de su estado crítico, la prefectura impidió primero intencionadamente que intervinieran los servicios de emergencia, y luego les impidió por segunda vez que le trasladaran a una unidad de cuidados adecuados. Actualmente se encuentra en cuidados intensivos de neurocirugía. En estos momentos, su vida pende de un hilo.

Armas de la policía carbonizadas.

El estallido de violencia que sufrieron los manifestantes infligió cientos de heridos, entre ellos varias lesiones físicas graves, como anuncian los diversos informes disponibles. Los 30.000 manifestantes habían acudido con el objetivo de bloquear la construcción de las balsas de riego de Sainte-Soline, un proyecto de monopolización del agua llevado a cabo por un reducido número de personas en beneficio de un modelo capitalista al que no le queda más que defender que la muerte. La violencia del brazo armado del Estado democrático es la expresión más llamativa de ello.

En respuesta a la ventana de posibilidad que ha abierto el movimiento contra la reforma de las pensiones, la policía está mutilando a la gente e incluso intentando asesinar a personas para impedir un levantamiento, para defender a la burguesía y su mundo. Nada debilitará nuestra determinación de poner fin a su reinado. El martes 28 de marzo y los días siguientes, reforcemos las huelgas y los bloqueos, tomemos las calles, por S. y por todos aquellos de nuestros movimientos que han sido heridos y encerrados.

Viva la revolución.

Compas de S.

 

PD: Si tienes alguna información sobre las circunstancias de las heridas infligidas a S., ponte en contacto con nosotras en:

s.informations@proton.me

 

 

Granadas lanzadas por la policía recogida por activistas.

Convocatoria a concentrarse el jueves 30 de marzo a las 19 horas frente a las prefecturas del país.

En apoyo a los 2 manifestantes en coma, los heridos de Sainte-Soline y el movimiento de las pensiones, por el fin de la violencia policial.

La brutalidad concomitante de la respuesta del Estado a la continuación del movimiento de las pensiones y a la movilización de Sainte-Soline está dejando su huella en la historia del país. Hoy reclama un frente unido.

Frente a la inacción climática del gobierno, su apoyo intangible a los lobbies industriales ecocidas y el empeoramiento flagrante de la crisis ecológica, el movimiento contra los mega-embalsamientos ha ofrecido en los últimos meses un punto de apoyo. Si activistas del agua, más numerosa que nunca para desafiar las prohibiciones prefecturales, acudió de nuevo al emplazamiento de la cuenca de Sainte-Soline el 25 de marzo, no fue por un temerario gusto por el riesgo. Todo lo que se dijo sobre las supuestas oscuras motivaciones de los manifestantes por parte de Darmanin y sus colegas antes y después de la movilización es, en este sentido, un profundo insulto al compromiso de las 30.000 personas que se reunieron el sábado. Si desde hace año y medio estas multitudes crecientes no se contentan con marchar, sino que buscan gestos ad hoc para frenar determinadas obras, impedir el expolio del agua o de la tierra, es porque existe una urgencia vital de actuar. Y esta sensación de urgencia no hará sino aumentar mientras sigamos construyendo en este país infraestructuras cuyas consecuencias son tales que encarnan una violencia ecológica y social que hoy ya no es tolerable.

Este impulso vital, E. Macron lo recibió el sábado con una lluvia de granadas letales, 4000 en 2 horas. Mientras 30.000 personas se acercaban a un agujero enrejado que el Estado había transformado en símbolo de su autoridad, 200 personas fueron atravesadas por metralla en la carne, 40 de gravedad. Una perdió el ojo, a otras les arrancaron la mandíbula o estuvieron en peligro de perder el pie. Dos siguen en coma, entre la vida y la muerte. Como en Malville ante la oleada antinuclear de 1977 o en Sivens en 2014 ante el estallido de ZADs en varias partes del país, el Estado francés eligió deliberadamente el 25 de marzo darse a sabiendas la oportunidad de matar.

El 25 de marzo, el gobierno de Macron intentó acallar una esperanza política mediante la mutilación masiva.

Somos miles!

Al hacerlo, afirmó brutalmente que el ascenso del movimiento del agua sólo podía ser visto como una afrenta intolerable para él. Este movimiento lleva años repitiendo sus reivindicaciones de un verdadero diálogo con los habitantes de los territorios, los agricultores y las asociaciones ecologistas. La única respuesta gubernamental a estas cuestiones ha sido el terror. Esta violencia ensordecedora contra el movimiento ecologista es la única forma que tiene el gobierno de hacerle frente.La única respuesta gubernamental a estos desenlaces del conflicto habrá sido el terror. Esta violencia silenciada contra el movimiento ecologista es la misma que el gobierno de Macron desplegó para someter a los chalecos amarillos en 2019 y hoy contra las personas que persisten en rechazar su injusta reforma de las pensiones. Es hoy esta reducción del campo político a granadas, estos cowboys libres en quad o moto que llegan a preocupar a las instituciones internacionales. A esta violencia callejera, Darmanin añade ahora la persecución judicial de los movimientos de organización con la apertura de un procedimiento de disolución contra los Levantamientos de la Tierra.

Desde Sainte-Soline, este fin de semana, recordamos también a los tractores campesinos que desbarataron las escoltas policiales, el campamento que emergió de los campos en pleno montaje, los camaradas de los 4 continentes, los animales gigantes y los bailes, la multitud de todas las edades que serpenteaba sin cesar por los campos, su coraje, su solidaridad sin precedentes frente a la adversidad. Toda esta fuerza sigue estando en nosotros y volveremos a encontrarla. Pero hoy está profundamente marcada por la carne mutilada, por estas vidas aún en suspenso. Es por nuestros heridos, para rendirles homenaje, para apoyarles, para hacer que se detenga, por lo que es imperativo que nos volvamos a encontrar en las calles. Esta vez no concentrados en el mismo prado. Sino en todo el país, frente a las prefecturas. Mucho más numerosas.

Mientras seguimos manifestándonos contra la reforma de las pensiones, mientras seguimos convergiendo para parar los mega-embalsamientos, llamamos a concentrarse: Jueves a las 19h frente a todas las (sub)prefecturas. En apoyo a los 2 manifestantes en coma, a los heridos de Sainte-Soline y al movimiento de las pensiones, por el fin de la violencia policial, por la disolución del BRAV-M y la prohibición de las granadas GM2L.

Para que las personas que estaban allí de toda Francia puedan decir y testificar. Porque el gobierno es triplemente culpable: de haber lanzado granadas letales, de haberlo premeditado y de haber obstaculizado después la llegada de ayuda. Demostrémosles masivamente el jueves que no dejaremos que asfixien la esperanza con granadas. Que estamos ahí. Que seguimos aquí.

Confédération Paysanne – Bassines Non Merci – Les Soulèvements de la Terre, los organizadores de la movilización del 25 de marzo en Sainte-Soline y todas las organizaciones y asociaciones sociales y sindicales que deseen sumarse.


Comunicado de los Levantamientos de la Tierra 2023:

https://lessoulevementsdelaterre.org

¡Que florezcan mil Sainte-Soline!

En estos tiempos de sequía histórica y de calamidad pública, invocamos a Santa Solina. No nos encerremos en el miedo y el estupor. Reunirnos por miles para asaltar una infraestructura emblemática de la privatización de nuestro bien común más preciado. No debemos contentarnos con plataformas, peticiones y marchas, sino que juntos debemos hacer mella y mostrar nuestra determinación de no dejar que asolen el mundo.

En este pequeño pueblo del Mellois, residentes y agricultores, cargos electos y activistas, personas de todas las edades y procedencias, en una dinámica de desobediencia masiva, desafiaron las prohibiciones de la prefectura, frustraron una desconcertante presencia policial, derribaron las verjas y entraron en las obras. Demostraron que somos capaces de deshacer lo que nos está destruyendo, que podemos volver a controlar la catástrofe, que no dejaremos que lo vuelvan a hacer. Hoy, el proyecto de mega-balsas de regadío se tambalea ante la explosión de los costes de seguridad y la creciente hostilidad de la opinión pública hacia él. La victoria está al alcance de la mano. El 25 de marzo será decisivo.

Así, una lucha «local» contra un proyecto concreto en Deux-Sèvres puede tener mucho peso en la correlación de fuerzas mundial. Las jornadas de Sainte-Soline conllevan una afirmación: ¡no se trata de someterse a las decisiones gubernamentales frente a la sequía! Nos corresponde a nosotras tomar decisiones ineludibles sobre los usos prioritarios de un agua cada vez más escasa, limitar la codicia industrial que deseca las tierras y oponernos con todas nuestras fuerzas a la defensa de los bienes comunes, de nuestras necesidades y las de la agricultura campesina.

Rebota

Necesitamos hacer cambios como el de Sainte-Soline en muchos otros frentes en defensa de la tierra: el envenenamiento generalizado por pesticidas, las granjas industriales y la agricultura digital, el enterramiento de bosques, humedales y parcelas agrícolas bajo el hormigón, la devastación de la biodiversidad… Estas acciones están a nuestro alcance en todas partes, siempre que consigamos alejarnos de la impotencia y la eco-ansiedad, construir amplias alianzas y establecer estrategias eficaces de resistencia. Este es el reto de las Sublevaciones de la Tierra. Y es precisamente el miedo de quienes planean el desastre y se benefician de él.

Así que, como siempre que tienen miedo, todo el aparato represivo se pone en marcha. Hay juicios, micrófonos tecnológicos y espionaje íntimo, informes de la DGSI, acusaciones vociferantes de eco-terrorismo y amenazas de disolución. Pero no somos una «organización terrorista». Como tampoco somos un «grupo de ultraizquierda». Más bien somos un movimiento de resistencia compuesto y ahora ampliamente apoyado.

Prueba de ello son las amplias coaliciones que organizan cada una de las acciones a nivel local, pero también la tribuna de apoyo del pasado mes de enero firmada en 48 horas por más de 3000 personalidades, entre las que se encontraban una miríada de sindicalistas, cargos electos, científicos y académicos[1]. Incluso la reciente nota de la DGSI lo reconoce, describiéndonos como un movimiento «que trasciende afiliaciones originales y estrategias divergentes», capaz de «federar al mayor número posible de activistas y grupos de diferentes orígenes ideológicos».

En los Levantamientos de la Tierra, los vínculos se forjan a través de luchas, encuentros, viajes y aventuras. A lo largo de las temporadas de acción, se forjan sólidas alianzas entre territorios y colectivos. Y nada ni nadie puede disolverlas. Nuestra identidad política se renueva constantemente entrelazando nuestras sensibilidades y nuestras prácticas concretas. Escapa a cualquier etiqueta. Armados con estas anclas, no nos dejaremos impresionar por invectivas y amenazas, vengan de donde vengan, ¡y lanzamos la quinta temporada de acción!

[1] lessoulevementsdelaterre.org, «Tribuna – «»Ecoterrorismo»: las luchas ecologistas en el punto de mira del Ministerio del Interior».

Hacia la 5ª temporada

Tras dos años de existencia, esto no es más que el principio de los Leventamientos de la Tierra. Apenas estamos empezando a establecer los primeros contactos internacionales; a pensar en la creación de comités locales por toda Francia; a ensayar articulaciones fructíferas con dinámicas cómplices como el «Intercomedor» o «Naturalistas de la Tierra»; solidificar las sinergias con la Confédération Paysanne y el Atelier Paysan, cuestionar las formas de relacionarse con movimientos sociales como el que sacude poco a poco este mes de marzo. Frente a los juicios y la represión, se están reforzando los espacios para desarrollar el apoyo jurídico, pero también la atención física o psicológica. Al mismo tiempo, se están desarrollando dinámicas de «Lucha contra el sexismo» para abordar la cuestión de las posibles agresiones sexistas durante las movilizaciones y las fiestas que las acompañan. Cuando nos reunimos cada seis meses para estructurar el calendario de la temporada siguiente, somos siempre más numerosas y constantemente se nos unen nuevos colectivos.

La 5ª temporada de los Levantamientos de la Tierra continúa esta dinámica. Estará jalonada por una movilización al mes, ¡en los cuatro puntos cardinales de Francia! Estará marcada por acciones públicas masivas, acontecimientos inesperados, reflexión estratégica y formación. Nuestro ángulo temático de ataque sigue siendo el mismo: la defensa de la Tierra y el Agua como bien común frente al acaparamiento del complejo agroindustrial y el hormigonado de la mega-máquina metropolitana. Nuestra dirección estratégica también: por un lado, apuntar y desarmar infraestructuras emblemáticas, proyectos de desarrollo estructurantes y multinacionales destructivas; por otro, sentar las bases de lo que podría ser un movimiento de recuperación de la Tierra.

Encontrar palancas contra el acaparamiento de tierras del complejo agroindustrial:

Se acumulan los informes que señalan la desaparición del campesinado, la concentración de la tierra y la crisis de las vocaciones agrícolas. El desarrollo tecnológico del complejo agroindustrial (pesticidas y fungicidas, robotización, tecnología digital y modificación genética) permite ampliar las explotaciones sin límite y concentrar las tierras agrícolas de forma sin precedentes. Como señala el último informe -publicado por Terre de Liens y Amig@s de la Tierra-, ¡en diez años han desaparecido 100.000 explotaciones agrícolas en Francia! Con las jubilaciones masivas que se avecinan, 5 millones de hectáreas de tierras agrícolas corren el riesgo de ser absorbidas por la agroindustria. Es un hecho bien documentado, pero requiere la definición y el refuerzo de palancas de acción colectiva para detener el proceso y favorecer la instalación de una nueva generación de agricultores. Este es el objetivo de las reflexiones estratégicas a largo plazo que proseguirán esta temporada con diversas organizaciones de agricultores. Irán acompañadas de acciones contra las nuevas formas de sustitución de los agricultores por la agricultura digital y sus quimeras.

www.facebook.com/bassine.nonmerci.5

Acabar con los megaproyectos

Mientras atravesamos una sequía invernal sin precedentes, continuaremos esta temporada oponiéndonos enérgicamente a las falsas soluciones de la FNSEA y del gobierno movilizándonos contra las mega-balsas de regadío de Deux-Sèvres y de toda Francia. ¡Con el objetivo de obtener una moratoria sobre todos los proyectos existentes!

Bloquearles el paso

El desarrollo desenfrenado de las infraestructuras de transporte es una de las principales causas de la devastación: calentamiento global, destrucción de la vida, artificialización masiva de tierras agrícolas, humedales y bosques. Ir más rápido, siempre más rápido. Densificar los flujos que hacen funcionar la mega-máquina. Extender los tentáculos de la metrópolis por todas partes. Ya hay suficientes autopistas, aeropuertos y líneas de alta velocidad.

Al otro lado del Canal de la Mancha, los años 90 estuvieron marcados por la protesta contra las carreteras, un movimiento ecologista audaz y creativo, que combinaba ocupaciones, bloqueos y sabotajes, casas en los árboles y fiestas en las autopistas. Consiguió que se abandonara el 80% del programa de carreteras británico de la época. Sirve de inspiración para enlazar hoy las múltiples luchas locales contra diversos proyectos absurdos: la circunvalación de Rouen, la autopista Castres-Toulouse, la línea de alta velocidad Lyon-Turín. Al centrarnos esta temporada en las infraestructuras de transporte, queremos reforzar la dinámica de lucha en torno a esta cuestión crucial, y tejer nuevas alianzas con la coalición La Déroute des Routes, en Francia, así como con el movimiento NoTAV en el Val de Susa, en Italia.

Reuniones de verano de los Leventamientos de la Tierra

A mediados de verano, organizaremos reuniones públicas en un lugar y fecha que anunciaremos. Para conocernos. Para conocernos fuera de los momentos de acción. Formarse en encuestas, comunicación y organización de acciones. Compartir reflexiones y análisis. Afinar nuestras declaraciones políticas y tomarnos el tiempo de desplegarlas en un espacio público. Ampliar nuestro movimiento.

Comités locales de los Leventamientos de la Tierra:

Este año se han formado grupos locales de organización para reivindicar colectivamente la dinámica de los Leventamientos de la Tierra. Estos grupos locales tienen una doble finalidad.

Por un lado, participan en el auge del movimiento movilizándose localmente para los actos del calendario nacional. Organizan reuniones públicas, pegan carteles, alquilan autobuses, acuden a muchos actos o ayudan en los distintos comités que hacen posible los actos (comedores, logística, comunicación, etc.).

Por otro lado, ayudan a anclar los Levantamientos de la Tierra. Están en contacto con las luchas locales de su entorno, mantienen viva la composición de los Levantamientos u organizan vigilancias ecológicas.

Esta dinámica es muy joven, pero ya hay una docena de comités locales, explícitos o no, repartidos por toda Francia (Cévènnes, Bretagne, Pyrénées Orientales, Manche…). Así se puede tejer toda una red territorial, de cercanía, que permita al mismo tiempo construir alianzas, apoyar las luchas y darse fuerza organizativa para los actos del calendario nacional [1].

[1] Si tú también participas en una dinámica de este tipo, sea cual sea el nombre que adopte, no dudes en decírnoslo para que podamos ponerte en contacto con el movimiento de comités

Nuevas dinámicas de complicidad

  • ¡Naturalistas de la Tierra!: Naturalistas – científicas, juristas, principiantes o experimentadas – hemos decidido relanzar una red de naturalistas en lucha en todo el territorio: ¡Les Naturalistes des Terres (las Naturalistas de la Tierra)! Cada año asistimos al declive de especies que antaño eran comunes. No podemos soportarlo más. En dos meses, ya somos más de 400 inscritos en nuestro anuario cartográfico y dispuestos a ponernos a disposición para venir a apoyar las luchas locales que necesitan estas formas de conocimiento, y felices de enriquecerse con la cultura de las luchas [1]. Los y las Naturalistas de la Tierra estaremos al lado de los Levantamientos de la Tierra la próxima primavera 2023: acciones, ocupaciones, charlas, mesas de prensa… ¡Cuenta con nosotros para las próximas movilizaciones por lo vivo!»La llamada de las Naturalistas de la Tierra» está en línea en la revista terrestres.org. Para contactar con nosotros: naturalistedtr@riseup.net. Mapa y anuario disponibles en naturalistesdesterres.gogocarto.fr
  • Una coalición de Comedores de Tierra: Septiembre de 2021 marca no sólo un punto álgido en la lucha contra las mega-balsas de regadío en los Deux-Sèvres, sino también la primera reunión de varios comedores en el Grand Ouest. Uniendo nuestras fuerzas y nuestros equipos, nos hemos asegurado un gran banquete campesino. El éxito de esta primera cooperación inter-cantonal nos ha llevado a reunirnos de nuevo en cada momento álgido de la lucha contra los mega-cantones. En marzo de 2022, alimentamos a un campamento de 5.000 opositores durante la primavera vegetal. Esta cooperación inter-comedores es ahora un proceso a largo plazo y probablemente vaya más allá de las movilizaciones contra los embalsamientos. Nuestro suministro de alimentos procede de la comida no vendida de los supermercados, de nuestros propios cultivos de huerta y de compras o donaciones de compañeros agricultores. Al compartirlos, organizamos el abastecimiento de las movilizaciones. Pero no queremos ser meros proveedores de servicios o trabajadores de comedor durante las acciones. Participamos en las luchas en curso desde esta identidad colectiva de comedores y redes de abastecimiento, pero también desde nuestra propia sensibilidad y posicionamiento político. No somos comedores de luchas, ¡sino comedores EN las luchas!

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