Mucho ruido y pocas nueces: El ecocapitalismo y la biodiversidad del Yasuní

Empresas mineras canadienses lideran el impulso extractivo en los territorios sagrados de Ecuador

por Taller Ahuehuete 
(English)

Un préstamo de 500 millones de dólares aprobado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) pretende impulsar al gobierno de Ecuador a promover reformas dirigidas a la inversión pública y privada en el sector energético. Los esfuerzos de Ecuador por aumentar la actividad extractiva y reducir la dependencia de los ingresos del petróleo han llevado al anuncio de seis nuevos proyectos mineros «estratégicos», cinco de los cuales estarán liderados por empresas canadienses, entre ellas Adventus Mining y Atico Mining. Estos proyectos podrán obtener licencias medioambientales sin el requisito de consulta previa.

Mientras tanto, en la densa selva ecuatoriana, armado con una cerbatana y mortíferos dardos envenenados, Kominta¹, miembro de la tribu Waorani, se muestra desafiante ante la invasión de las prospecciones petrolíferas en su territorio ancestral. La comunidad Waorani, de unas 200 personas, reside en el Parque Nacional Yasuní, un punto caliente de biodiversidad y hogar de algunas de las últimas comunidades originarias no contactadas de la Tierra. Mientras los ecuatorianos se preparan para votar en referéndum si se detiene la explotación de crudo dentro de la reserva, el futuro de este frágil ecosistema pende de un hilo.

Para Kominta y sus compañeros waorani, la selva no es sólo su hogar; la idea de que unos extraños invadan sus tierras sagradas provoca resistencia. Sin embargo, la situación no es tan clara como parece. La comunidad está dividida al respecto, con algunos miembros del lado de las petroleras y su implicación económica en sus aldeas.

El Parque Nacional Yasuní es un testimonio de la incomparable diversidad de la selva amazónica, que alberga una asombrosa variedad de flora y fauna. El parque alberga más de 2.000 especies de árboles, 610 de aves, 204 de mamíferos, más de 120 de reptiles y 150 de anfibios, según ha documentado la Universidad San Francisco de Quito. Sin embargo, bajo este próspero paraíso natural se esconden unos 466.000 barriles de petróleo de extracción diaria, que representan el 12% de la producción petrolera actual de Ecuador.

«Tenemos razones y argumentos para defender Yasuní y decir que defender Yasuní es defender la vida. En primer lugar, la UNESCO declaró que es una de las zonas con mayor biodiversidad del mundo. En el período de la glaciación de la Tierra, lo que hoy es la cuenca amazónica fue una zona que no se congeló, de ahí la inmensa diversidad. Es un territorio sagrado para los pueblos indígenas», afirmó Leónidas Iza en una entrevista con VientoSur².

Recientemente, una delegación encabezada por Leónidas Iza emprendió una gira por Europa para hablar de las luchas de los pueblos indígenas y de otros movimientos campesinos, ecologistas y feministas. La campaña por el Yasuní y la presentación del libro «Estallido: La rebelión de octubre en Ecuador», de autoría de Iza, junto a Andrés Tapia y Andrés Madrid. El libro presenta un intento teórico y académico de analizar los acontecimientos de octubre de 2019 en el Estado-nación, haciendo hincapié en la importancia de narrar las luchas sociales desde la perspectiva de quienes participaron activamente en ellas y no desde un punto de vista académico neutral.

«Hemos escuchado a los políticos decir que no podemos seguir siendo pobres mientras estamos sentados sobre un saco de oro, pero el problema es que este saco de oro, para nosotros, es el balance de los prerrequisitos ecológicos. Porque, en el caso de la minería, ¿cuál sería el saco de oro? La montaña. Y es de la montaña de donde procede el agua que bebemos, que permite las condiciones ecológicas que sostienen nuestro sistema agrícola. El 70% que consumimos depende de estos recursos».

Canadá es el principal inversor extranjero en Ecuador³, principalmente canalizado hacia el sector minero. Los residentes denuncian continuamente que las empresas canadienses despliegan fuerzas armadas para permitir la extracción a pesar de la oposición de las comunidades, lo que provoca muertes violentas, detenciones, secuestros y desapariciones arbitrarias.

A medida que los sacerdotes del progreso y la civilización -a izquierda y derecha- tiñen sus túnicas de un tono verde, el canon de cantos devocionales a la bendición del capital se amplía ahora para incluir términos que pregonan una nueva forma ética de «sostenibilidad». La posición del ecocapitalismo puede ser más mojigata, en contraste con su anterior postura sedienta de petróleo, pero los himnos alaban a la misma y única deidad: el capital.


NOTAS

¹ AFP. «Ecuador jungle community hopes the vote will end oil drilling.» Phys.org.

² Leónidas Iza for Viento Sur. Maureen Zelaya, «ECUADOR, LEÓNIDAS IZA: ‘Los pueblos indígenas no podemos seguir cargando sobre nuestros hombros el desarrollo capitalista’,» (MAUREEN ZELAYA03/AGO/2023), Anticapitalistas.

³ Herrera, Viviana, and Ivonne Ramos. (August 4, 2023). «Violence surrounds Canadian mining projects in Ecuador: Ecuador is embracing mining investment at the expense of Indigenous peoples, nature.» MiningWatch Canada.

ahuehuete.org

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