Grajales: de lucrarse con las renovables, a la salud ahora en Colombia.

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Una noticia de actualidad no ha tenido suficiente trascendencia por estos lares: el conflicto surgido en Colombia, entre su gobierno y un vasco, Joseba Grajales. No un vasco cualquiera como tú y yo. Sino uno de los cinco vascos que ha conseguido filtrarse en la lista Forbes de españoeles más ricos, con una fortuna valorada en 230 millones de dólares (en la última se ha quedado fuera por poco, pero eso no quiere decir que su fortuna no sea considerable).

Sumidas en otro intento por preservar las pocas zonas naturales que quedan, ahora ante esta nueva ofensiva desarrollista vestida de renovable y verde, tenemos muy claro que detrás de esos mega-proyectos no hay más que negocio. Porque, como deja bien claro este caso, les da igual invertir en renovables, que en salud, miltarismo1, construcción o lo que sea. Siempre en cuando reporte buenos beneficios, claro.

En nuestro empeño por defender la salud pública, somo conscientes de que las amenazas son muchas, porque puede resultar muy lucrativa.

Sumidas en esta época neoliberal de expolio y extractivismo aquí, pero más en el Sur como continuación de los patrones colonialistas, precisamos alternativas, soberanía popular y más democracia, y debemos escuchar a quienes plantan cara y cuando dicen “Basta”, como es el caso colombiano.

De las renovables a la sanidad

Esta es tierra de pelotaris, y una de las modalidades más rentables, es la del pelotazo financiero. En ella ha destacado Joseba Grajales que vendió su negocio de energía eóĺica de Gamesa a Siemens (2017), y el de motores de producción energética Guascor a Dresser Rand, que a su vez fue comprada también por Siemens… por 5.800 millones de euros!2 De esos pelotazos con renovables y otras energías, Grajales se situó ahí, entre los más ricos del Reino, con una fortuna estimada en 225 millones de euros.

Otro de los temas que nos acucian aquí es el que no privaticen la sanidad, o no más de lo que está, y recuperar aquellos servicios que fueron públicos. Nuestra Sanidad ha sido vendida año tras año en todo el estado reduciendo su capacidad y excluyendo a muchas personas de un sevicio digno. Pero esto no es, obviamente, un patrón local, si no que se corresponde con el neoliberalismo, y con un negocio muy rentable como éste. Es incrible ver que empresas de aquí son las también involucradas en esa privatización en países como Colombia, y como se alían con sectores políticos que les pueden favorecer.

El plan de reforma de la salud «Salud para la Vida»

Ya cuando comenzó con Gamesa (1976) y Guascor, Grajales comenzó a invirtir también en la salud, con la fundación en Colombia de Colsanitas en 1980. Desde entonces y tras el pelotazo energético, ese ha sido el sector por el que ha apostado Grajales, creando el holding Keralty, en el que Colsanitas queda ahora englobada, en una gran empresa. Como se autodefinen, “Somos un grupo de empresas privadas”.

En Colombia, las Entidades Promotoras de Salud (EPS) son servicios de salud privados que controlan la sanidad. Como ocurre aquí, estas EPS proveen servicios a cambio de subsidios del gobierno. Pero la extendida e impuesta creencia de que lo privado se gestiona mejor, nunca se verifica. En el caso de Colombia, el gobierno destina a ellas más de 7.277 millones de euros de dinero público. El 61 % de las EPS operaban con pérdidas financieras (dato de junio 2023) causando una inversión del estado de 2.510 millones de dólares.

A esto se une que un vasto sector de la población queda excluido de la sanidad por carecer de recursos. Por lo que uno de los objetivos primordiales del actual presidente Gustavo Petro ha sido la reforma de la salud, para publificarla.  «El sistema de salud construido hacia la codicia ha producido esto. Y el sistema de salud debe ser construido hacia el derecho de la gente. Y sería mejor, no digo perfecto, porque no existe en el mundo»4.2,  explicó Gustavo petro el  23 de febrero.

La crisis procede de la privatización y de una utilización posterior de las EPS totalmente especulativa que creó una burbuja. Esta burbuja especulativa, pese a todas las inversiones estatales, finalmente explotó, porque sus ganancias son externacionalizadas, succionadas por las economías ricas, mientras en Colombia se atravesaban las convulsiones de su propia incesante crisis, pero también las globales como la financiera del 2008  o la más reciente del Coronavirus.

Como el trabajador médico especializado colombiano Alberto Pinzón Sánchez, fue en 1982 cuando el gobierno colombiano, siguiendo la estela neoliberal emprendida en Chile, inició la privatización de «todas las instituciones de atención médica del país, convirtiéndolas en prestadoras de servicios de salud». Esta fórmula fue profundizada después por Uribe, que promulgó en 1993 la Ley 100 para constituir un «sistema de seguridad social integral».

Sin embargo, la reforma propuesta por Preto, chocó de frente con senadores que rechazaron su propuesta en el Congreso. Casualidad, estos eran senadores cuyas campañas fueron financiadas por las empresas sanitarias beneficiadas. Grajales, a través de Keralty, destinó cientos de millones de pesos a los partidos que protegerían el sistema privado.3

En EEUU también, la aseguradora asociada a Keralty (Sanitas USA), Blue Cross Blue Shielf, ha sido acusada de monopolizar y fue obligada a pagar 2.670 millones de dólares. En EEUU también, Blue Cross Blue Shielf es considerada como una de las responsables del desmantelamiento del sector público de salud nacional. Como en Colombia, Keralty también financió las campañas de los distintos candidatos a presidente.

Porque Colombia, desde la creación de Colsanitas, es el centro de operaciones de Keralty, pero ésta se ha extendido ya por todo Abya Yala (México, Brasil, Perú, Venezuela, República Dominicana y Puerto Rico), Filipinas, Estados Unidos y también España. En Colombia Keralty es dueña de Colsanitas y Medisanitas, y de EPS Sanitas, la segunda EPS más grande del país con seis millones de usuario; de la Fundación Universitaria Sanitas; y muchas de las principales clínicas del país.4 Keralti cuenta con más de 58 millones de dólares de beneficio, 7 millones de clientes y más de 24.000 empleados.

Pese a no fructificar su propuesta de reforma, Gustavo Petro ha seguido con su misión, sobre todo centrada en las EPS de Joseba Mikel Grajales, las EPS de Keralty. Este 2 de abril intervino EPS Sanitas por irregularidades y el 3 de abril Nueva EPS (la más grande del país, con más de 11 millones de afiliados)5. Además, esta decisión coincide con la petición de rescate de la EPS Compensar. Con esta decisión el gobierno controlaría el acceso a la Salud de casi la mitad de la población (24,5 millones de personas).

Desde 1998 el gobierno de Colombia ha intervenido 42 Entidades Promotoras de Salud (EPS). El gobierno actual de Petro, pese a su corto periodo en gobierno (desde 7 August 2022) también ha cerrado 4 (Santos, de 2010 a 2018, se cargó a 18). Existen actualmente 30 EPS activas.

Ante el rechazo de la propuesta de Ley de Salud, la lideresa indígena nasa Blanca Andrade estimó que «lo occidental no nos ha servido, porque la salud ahora se ha convertido negocio, y eso es como para lucrarse las entidades, las personas, perno no que beneficie a la población».4.2

Por su parte el coordinador nacional de la Guardia Indígena Lucho Acosta, añadió que «Los pueblos pueden entrar en desarmonía, los territorios pueden entrar en desarmonía, porque la ley garantizaba un sistema de salud también propio para los pueblos. Nosotros estamos en una gran preocupación porque se necesita una nueva visión de salud». 4.2

El neocolonialismo español

Recordaremos que no son las únicas empresas en ser intervenidas en Abya Yala. Antes ya lo fueron las empresas de Iberdrola en Bolivia Electropaz, ELFEO, CADEB y Edeser, por no satisfacer las necesidades del pueblo, de sus clientes; también en Guatemala con Energuate (de la misma forma y por las mismas razonas que ha sido denuunciada hasta en EEUU (Avantgrid) o en el Reino Unido (Scottish Power); o como Argentina lo hizo con Repsol e YPF. Porque con todas ellas hay un claro común denominador, y es que son inversiones de empresas españolas buscando el rápido lucro, pero descuidando todo lo fundamental: derechos de clientes, calidad de servicios, impactos ambientales, derechos laborales, etc.

En ese común denominador, su presencia Abya Yala se corresponde con el desembarco español en la década de 1990 aprovechándose de las condiciones ventajosas, muchas de ellas resultado de la deuda, corrupción y regímenes servilistas y de la aplicación de ajustes estructurales (y sus correspondientes privatizaciones), imposiciones mercantilistas, etc, de condiciones laborales, normativas, etc, laxas (o en favor de las grandes empresas). Por otro lado, exportan esos beneficios a su matriz, en este caso España. Por lo que podemos decir que se trata de un neo-colonialismo.

Mega-parque de Gamesa en Oaxaca.

En el caso de Gamesa, no sólo se limita a construir molinos, sino que también construyó y posee -ahora como Siemens- mega-parques en México, Brasil y Argentina Actualmente cuenta con 113 GW instalados en 79 países, 12.088 MW en Abya Yala. Los megaparques eólicos de México en Oaxaca, en el Istmo de Tehuantepec, iniciaron la polémica con esta energía, antes de que aquí sufriéramos las mismas situaciones. Porque los construyeron con (y para) otras grandes empresas energéticas y todos ellos fueron rechazados por las comunidades y apropiándose de sus tierras comunales. Ahora Gamesa también negocia un ‘megaproyecto’ de 500 millones con Egipto.

Pero además, esa inversión y beneficio se realiza en connivencia con los gobiernos – entendiendo que las empresas también inciden en la consecución de gobiernos y políticas por medio de financiación de campañas (como este caso bien nos lo ilustra), mordidas, etc- y en muchos casos esos dirigentes se ven correspondidos por las empresas con puestos en éstas, una vez dejan las instituciones6. Pero en caso de modificar condiciones o el gobierno, las empresas reaccionan. Por ello muchas actualmente se blindan con cláusulas en sus contratos que garantizan indemnizaciones millonarias en caso de que el contrato se insuscriba, lo que impide la acción del gobierno, y en caso contrario, redunda considerablemente en sus beneficios.

Por lo tanto, entendemos que precisamos servicios públicos, al servicio del pueblo y no de unos pocos y su codicia, que garanticen así calidad, y que cumpla realmente los principios democráticos por los que nos dicen nos regimos. Por otro lado entendemos que cada país es soberano, pero sobre todo, que si un pueblo y su gobierno muestran desacuerdo o insatisfación, esas empresas están obligadas a acatar y deben respeto.

Estrechos lazos con el PNV

Como informaba el periodista Ahoztar Zelaieta, Keralty mantiene unos estrechos lazos con el PNV: uno de los CEOS de Keralty es el ex-vicelehendakari (vicepresidente vasco) Jon Azua, fundador de consultoras alineadas con el PNV. Pero Keralty es también la empresa en la que recalaron el consejero de Salud del Gobierno Vasco, Jon Darpón, cuando se vio obligado a dimitir por el escándalo de contrataciones (OPE – Oferta Pública de Empleo) en el servicio público de salud vasco, Osakidetza; o Fátima Ansotegui, cesada como vice-consejera de Administración y Financiación Sanitarias, y María Teresa Bacigalupe, subdirectora de Calidad de Osakidetza. Otras empresas de Grajales también cuentan con ex-dirigentes jeltzales (PNV).

Empresas del grupo Keralty recibieron más de 2 millones de euros 2016 y 2019 del Gobierno Vasco, de fondos de impulso a la innovación, (I+D empresarial, Hazitek, así como subvenciones de de 41.941 euros en 2020, otra ayuda pública de fondos europeos, y otras

Antes (década 1990), la propia Gamesa ya se embolsó numerosas ayudas públicas del plan 3-R, concedidas por el entonces consejero de Industria del Gobierno Vasco, Jon Azua, uno de sus actuales directivos.

Keralty, además, se encuentra vinculada a varias sociedades que figuran en los llamados Papeles de Panamá.

Responsabilidades

En este caso, tanto el PNV como el Gobierno Vasco deberían exigir explicaciones a una empresa y a un empresario domiciliados aquí. Y si de verdad están tan comprometidos con el desarrollo y la defensa de los servicios públicos como dicen, y en este caso más concreto, de la salud, deberían reprobar a Joseba Grajales y a Keralty y actuar en consecuencia, y contribuir con el gobierno de Colombia en su plan.

Y si de verdad promueven la cooperación, tendrán claro que ésta no significa únicamente el donar dinero a proyectos, sino promover la sostenibilidad de otros países, de sus economías, y también la del medio ambiente, y eso pasa por respetar su soberanía, su territorialidad, sus servicios y sus recursos. Por ello extendemos también la responsabilidad a las ONGs vascas y europeas, para que (re)conozcan el fundamentado intento del actual gobierno colombiano de garantizar los derechos de su ciudadanía, superando la colaboración meramente asistencial y promoviendo políticas reales .

Debemos recordar que estos acontecimientos ocurren cuando el gobierno español promueve el intervenir ante la apropiación de empresas nacionales por capital extranjero. Tal es el caso de la empresa Telefónica, en la que el gobierno  ha iniciado una recapitalización a través del SEPI, para convertir a éste en su principal accionista y desbancar al capital saudí.7 Igualmente el gobierno español promueve una inversión para contrarrestar la compra de Talgo por capital húngaro.8 Por tanto, tan conscientes de la defensa del patrimonio nacional como estamos, también debemos entender los mismo de otros gobiernos, como en este caso de Colombia. Máxime, cuando lo que está en juego es un tema tan crucial como lo es la salud, aún más cuando se trata de  los sectores más desfavorecidos.


NOTAS:

1 Gamesa en sus orígenes exploró el dedicarse a la industria militar (https://www.elconfidencial.com/mercados/2023-02-04/historia-gamesa-sale-de-bolsa_3569887)

2La otra cara de todo esto: ahora Siemens está en crisis, cuando las renovables están en bonanza y la energía genera tantos millones, y ha sido rescatada por el gobierno alemán con 7.500 millones y por el Gobierno español que ha hecho lo propio con Gamesa!

3Liberal, Conservador, La U, Alianza Social Independiente, Centro Democrático y Colombia Justa y Libres en las campañas al congreso de 2022

4Clínica Reina Sofía, Clínica de Chía; clínica Iberoamericana en Barranquilla, clínica Infantil Santa María del Lago, clínica de Sebastián de Belalcázar en Cali.

4.2 https://www.youtube.com/watch?v=1SAg3ChYW3U

5Esas EPSs se suman a las existentes: Famisanar, Emsanar, Asmet Salud EPS, Savia Salud

 

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